SINOPSIS:
Jim Ferguson (Neil Dickson), un joven neoyorquino, averigua que tiene un hermano gemelo que vive en otra época: un piloto inglés llamado Biggles (Alex Hyde-White) que combate contra los alemanes en la Primera Guerra Mundial (1914-1918). Cada vez que Biggles se encuentra en peligro, Ferguson retrocederá en el tiempo para salvarlo.
COMENTARIOS DE LA PELÍCULA:
"Biggles" fue un intento de llevar a la gran
pantalla el personaje literario de W.E. Johns que narra las aventuras de un
piloto británico de la Primera Guerra Mundial. En principio la idea era
bastante buena, porque el personaje es muy popular en el mundo anglosajón
(aunque yo reconozco que no he leído nada de él). Johns escribió sus novelas
dirigidas al público juvenil del período de entreguerras. Tuvo un gran éxito y
continuó escribiendo hasta el año de su muerte en 1968, completando más de 100
volúmenes en los que el Capitán John "Biggles" corría diversas
aventuras y pilotaba todo tipo de avión británico desde el Sopwith Camel,
pasando por el Hurricane y el Spitfire, hasta el Hawker Hunter.
En principio se pensó en una película con un cierto
estilo a lo Indiana Jones, pero en 1985 llegó a las pantallas la película
"Regreso al futuro" y alguien tuvo la brillante idea de introducir
los viajes en el tiempo el guión, una idea totalmente ausente en las novelas de
Johns. Pero no se conformó con un viaje temporal "normal". No, que
va. Se les ocurrió la idea de inventar un "gemelo temporal" que
saltaba desde la década de los 80 a los campos de Francia en la Primera Guerra
Mundial cada vez que Biggles se encontraba en peligro. Para colmo, algún
guionista debió de leerse la aventura de Tintín titulada "El asunto
Tornasol", porque en la trama aparece un arma sónica alemana que los
protagonistas deben de destruir. Resumiendo: les salió un churro.
Por si no era suficiente, para hacerla aún más deleznable
las interpretaciones son de lo peor que puede uno ver en una película. Tras
verlas me asaltaron serias dudas de la existencia del famoso prestigio
shakesperiano de los actores británicos. En cuanto al aspecto técnico, la
escena del combate aéreo es pasable, pero el resto y teniendo en cuenta que es
una película de ciencia-ficción, más que efectos son defectos especiales. Lo
del rayito azul sobreimpresionado en los fotogramas cada vez que el héroe va a
pegar el salto temporal estaba desfasado en los 70. Y si uno mira el video del
combate aéreo notará como el actor está escondido en la carlinga y lo que hace
es simplemente subir la cabeza en lugar de aparecer.
De todas formas el momento más increíble de este engendro
es cuando Biggles salta a 1980 y toma prestado un helicóptero diciendo algo
como: Si uno puede hacer volar un Sopwith Camel puede hacer volar cualquier
cosa. No hace falta haber estudiado aeronáutica para darse cuenta de tamaña
estupidez. Un avión y un helicóptero vuelan de forma muy distinta, así que lo
más probable es que se hubiera pegado un morrón de aupa. Pero bueno, como era
de esperar el héroe no sólo lo domina en un pis-pas, sino que se lo lleva a
1917 y consigue aniquilar la temible amenaza huna (en esa época no eran
malvados nazis, eran malvados hunos).
Hay dos elementos curiosos en este desaguisado. El
primero es su banda sonora. No es que sea buena o adecuada para la historia.
Todo lo contrario. Lo que pasa es que también pretendieron emular el estilo de
"Los Inmortales" y el grupo Queen, aunque en este caso contrataron a
John Anderson y Deep Purple. El segundo es que es la última película en la que
interviene el actor Peter Cushing. Una pena que este fuera su último film.
PELÍCULA:
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Artículo de- Asier Menéndez Marín.
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