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miércoles, 31 de diciembre de 2014

LA RED VIARIA DEL CHACO


 CURIOSIDADES EXPRESS:



En Norteamérica existe una tribu, los llamados Anasazi, en la región del sudoeste. Su traducción en navajo es “la primera tribu” y designa la cultura de un pueblo, que alcanzó su mayor esplendor entre los siglos XI y XII, desapareciendo completamente en el siglo XIII y dejando para la posteridad una red viaria imponente y extraña. Ya, entre los años 850 y 1150, en el cañón del Chaco, en Nuevo México, se constituyó uno de los grandes centros de esta cultura, albergando poblaciones de gran dimensión como Pueblo Bonito, con sus cinco grandes casas,  que constituían a su vez la función de centro religioso y comercial. En su máximo esplendor, allá en el siglo XI, Pueblo Bonito albergó a albergar en un edificio no menos de 600 habitaciones donde residían unas 1000 personas. Se puede afirmar que fue el mayor edificio de viviendas hasta que en 1880 se erigieron los bloques de viviendas de Nueva York en el 1880. 


MAPA ESQUEMÁTICO DE LA RED VIARIA DEL CHACO 1 CM: 30 KM


Las casas grandes disponían de múltiples pisos en los que residían diferentes núcleos familiares, cada uno de ellos disponía de pequeñas kivas en el centro del mismo edificio que tenían como función la de realizarse actividades de taller, escuela, lugar donde se congregaban los familiares para contar historias o celebrar ceremonias. Existía lo que se llama la gran kiva reservada únicamente para actos solemnes así como una especie de congreso donde se tomaban las decisiones que afectaban al gobierno de la comunidad.

Pero hacia el 1050, se comenzó a gestar la dispersión de las diferentes comunidades a zonas lo bastante alejadas unas de otras por motivo de un período de lluvias intensas. Hacia 1115 existían no menos de 70 comunidades distribuidas en una extensión de terreno de más de 65.000 km cuadrados al noroeste de Nuevo México. La mayoría de estas localizaciones estaban poblados por gente del Chaco, y presentan rasgos arquitectónicos comunes con los pueblos del cañón. El cañón del Chaco era el centro de una red viaria tan inmensa como completa que no salió a la luz hasta el 1930, después de tomar las primeras fotografías aéreas del lugar, y no se realizó un estudio detallado sobre plano hasta el empleo de los radares entre los años 70 y 80.


PUEBLO BONITO EN SU INTERIOR RESTOS DE LA GRAN KIVA DE PLANTA CIRCULAR


Se estima la existencia de un total de 650 km de caminos sin pavimentar que comunican el Chaco con unos 30 asentamientos localizados a gran distancia. Llegan a poseer unos 12 metros de anchura, son poco profundos y en sus lados presentan unos márgenes bajos de piedra o tierra. Las vías presentan una longitud apreciable, siendo la mayor de unos 96 km. En el cañón se adentran en línea recta para luego descender por las paredes a través de peldaños excavados en la misma roca. En su interior, los caminos convergen con los estrechos desfiladeros para luego volverse a desviar en dirección de una Casa Grande diferente. Se ha encontrado unas muescas, en tres puntos de confluencia, justo en el centro del paso que divide un lado del otro.

Los arqueólogos creían que los caminos no eran más que un red pensada para atraer a cientos o miles de comerciantes y peregrinos al cañón, donde se realizaban una serie de ceremonias relacionadas con fecha de especial relevancia o los solsticios. Las gentes se alojarían en las Casas Grandes. Sin embargo, hoy en día, se va haciendo más palpable la idea de que muchas de las principales vías del Chaco no van a ninguna parte, por mucho que estén en comunicación con una Kiva o una Casa Grande. Nuestros caminos tienen la idea de partir de A para llegar hasta B, pero tal vez estemos en un error pensando que los caminos del pueblo de Chaco tenga la misma finalidad de unir A con B, porque nosotros pensemos en unir tramos incompletos de los caminos del Chaco a través de líneas rectas, cuando en verdad pudieron nunca haber sido unidos. Los caminos principales va en dirección norte y sur partiendo todos ellos del Chaco, pero sólo se han encontrado como 250 km.


VIVIENDAS ANASAZI


El misterio puede resolverse, tal vez, en la peculiar cosmología de esta cultura. El gran camino del Norte recorre 63 km en dirección norte desde el Chaco hasta desaparecer completamente en Kutz Canyon, y es en este punto cardinal el más importante entre las tribus de habla karesa, los descendientes de la cultura del Chaco. Ese camino pudo haber sido el cordón umbilical, de simbología espiritual, que unía el mundo de los vivos con el más allá. Los keresa creen también en un lugar medio, un lugar en que convergen los cuatro puntos cardinales. Tal es la ubicación de Pueblo Bonito, que tal vez fuera el lugar medio de los pueblos del Chaco. Parece que los caminos del Chaco entrelazan una especie de paisaje sagrado sobre el que descansa el orden del mundo que permitía unir las diferentes comunidades entre sí con un cierto Lugar medio a través de esos vínculos espirituales.


UNA VÍA DEL CHACO ENTRANDO GRAN CAÑÓN EN FORMA DE ESCALERA EXCAVADA

Pero hacia el 1130, la llanura del Colorado iba a sufrir una tremenda sequía que duraría unos 50 años que desencadenaría en el fin de un flujo comercial y de alimentos entre las diferentes comunidades y las Casas Grandes, que se vieron obligadas a depender por sí mismas de lo poco que ofrecía el entorno más inmediato. En unas pocas generaciones, las Casas Grandes quedaron vacías y la mitad de la población del Chaco tuvo que ir abandonando los lugares y asentarse disgregadas en múltiples poblados o “pueblos” alejados del arroyo principal. El cañón y las vías que convergían a él fueron abandonados definitivamente en el S XII.


DESCUBIERTA UNA NUEVA CIUDAD SUBTERRÁNEA EN TURKIA.

NOTICIAS:


CON 8 NIVELES PODÍA ALBERGAR 5.000 PERSONAS


Una nueva ciudad subterránea de al parecer 5.000 años de antigüedad ha sido encontrada en la provincia de Nevsehir en la región de Capadocia en Turquía. Esta podría ser la urbe en el subsuelo de mayor extensión en el mundo. Capadocia, en Anatolia central es conocida por sus ciudades subterráneas que datan de la era de bronce y que se esconden bajo rocas volcánicas en forma de conos. El nuevo descubrimiento fue anunciado por el periódico turcoHurriyet Daily News.


La institución TOKI (Administración para el Desarrollo Habitacional de Turquía) se preparaba a remover un terreno de 45 hectáreas para la construcción de un proyecto de viviendas, cuando se encontró con esta gigantesca área arqueológica, en cuyo interior ya se han podido distinguir galerías e iglesias “Se trata posiblemente de una ciudad con pasajes de hasta siete kilómetros de largo”, ha dicho Mehmet Ergün Turan, representante de TOKI. Los primeros indicios del lugar se encontraron en 2013, cuando fue posible distinguir las primeras galerías. Ha sido con el cierre de este año que el terreno ha sido clasificado como área arqueológica en protección.

Noventa millones de liras turcas (cerca de 32 millones de euros) se habían invertido ya en el proyecto de vivienda que había iniciado en 2012 y que ha sido ahora cancelado. Turan ha señalado que no ve esta inversión como una pérdida dada la magnitud e importancia del hallazgo. Por su parte, el alcalde de Nevsehir, Hasan Ünver, ha dicho que otras excavaciones de ciudades bajo el suelo no llegan a ser ni siquiera tan grandes como la “cocina” de este nuevo descubrimiento.

VÍDEO:




FUENTE- El País.com


UN NUEVO YACIMIENTO CATALÁN DESCUBIERTO.

NOTICIAS:


ESTRUCTURA DE PIEDRA RELACIONADA EN EL CULTIVO DE LA VIÑA.

Un equipo de arqueólogos y geólogos gerundenses han localizado un nuevo yacimiento arqueológico entre el cerro d’Aiguablava y Sa Punta d’es Mut, en Begur (Baix Empordà). Cientos de restos arqueológicos se encuentran dispersos en una gran extensión de terreno de unos 70.000 metros cuadrado íntegramente propiedad del Parador Nacional de Aiguablava. Esto explicaría el porqué no se ha construido en la zona y se han podido conservar los restos.

El hallazgo de una postal en la Biblioteca de Catalunya originó la investigación que ha permitido descubrir este asentamiento. La primera noticia sobre la existencia de restos arqueológicos en el Valle de Aiguablava la dio, de forma poco precisa, el abogado e historiador begurense Pella i Forgas (1883) en su libro Historia del Ampurdán. No obstante, fue el hallazgo por parte de uno de los arqueólogos de este equipo de una postal que el prehistoriador Lluís Pericot i Garcia (1899-1978) mandó a un maestro y discípulo de Begur, Lluis Esteva i Cruañas (1906-1994) informándole de que “els amics de Girona” habían encontrado cerámica hecha a mano y a torno, lo que motivó la investigación. El croquis que mandó Pericot en la postal y las indicaciones más precisas que hace en una segunda misiva, sugieren “una localización entorno al espacio que ocupa el Parador de Turismo”, inaugurado en febrero de 1966.

Las visitas efectuadas por el equipo de investigadores gerundenses, Francesc Aicart, Enriqueta Pons, Xavier Rocas y Carles Roqué, constataron la existencia de una serie de vestigios arqueológicos que documentan un uso humano de este emplazamiento en épocas diversas. Los restos cerámicos indican que el lugar ya era frecuentado durante el Calcolítico-Bronce inicial (2500-1800 aC), si bien la fase de actividad más importante se sitúa en el periodo de transición entre la Edad del Bronce y la del Hierro Antiguo (siglo VII aC). En ese momento es cuando todo apunta que hubo un asentamiento que ocuparía, al menos, la parte alta del cerro y su vertiente meridional. Por razones desconocidas se abandonó durante el siglo VI aC. No obstante, en épocas posteriores la cala continuó siendo un fondeadero de barcos de cabotaje. Durante la primera mitad del siglo XVIII la zona ocupada por el yacimiento fue transformada por cultivos de bancales de los que todavía se conservan algunas paredes de piedra.

La configuración topográfica del lugar lo convierte en fácilmente defendible. Al sur y al este queda delimitado por acantilados verticales, al oeste el cerro es prácticamente insalvable por tierra, de manera que solo había acceso por el norte. Además, la parte meridional del cerro queda protegida del viento de tramontana, su pendiente suave y diversos rellanos naturales le convierten en un espacio apropiado para el establecimiento de un asentamiento humano. A su especial situación, debe sumársele las características que la Playa de Aiguablava ofrece como excelente puerto natural, a receso de temporales, a excepción de los de levante. Históricamente ha sido un fondeadero para las embarcaciones de cabotaje que se han refugiado en él a la espera de superar el cabo de Begur durante los temporales de tramontana. En estas aguas se han localizado cinco pecios, cuatro de ellos romanos.
Sobre la vertiente sur del cerro se han identificado varias estructuras de piedra seca, algunas de planta más o menos curvada, que se sitúan directamente sobre afloramientos de la roca natural y que coinciden con los lugares donde hay más restos arqueológicos. Por sus características, los arqueólogos piensan que “podrían corresponder a restos de zócalos de cabañas o de otras estructuras relacionadas con la actividad agrícola”. Tienen una altura máxima de 30 centímetros y conservan entre una y tres hilera de bloques. Su anchura varía entre los 80 y los 105 centímetros. Junto a estos muros y los restos arqueológicos se han localizado fragmentos de arcilla y paja que se han interpretado como restos de tapial, con la que construyeron las paredes de estas construcciones y un buen número de guijarros, provenientes de la cercana cala de Aiguablava, que se interpretan como parte de los pavimentos de los fondos de las cabañas.
La mayor parte de los restos se concentran sobre la cresta del cerro de Aiguablava y la vertiente inclinada hacia el sur. A pesar de ello existe una gran dispersión del material debido a los trabajos agrícolas y a la erosión natural. Esto permite localizar restos hasta los mismos acantilados. La presencia de restos en los dos extremos de Sa Punta d'es Mut, hace suponer a los expertos, “que parte del yacimiento muy probablemente fue afectada por la construcción del parador”.
El material más abundante localizado corresponde a fragmentos de cerámica a mano. Se han estudiado una cuarentena de ellos datados entre el 2.200 aC hasta el siglo VI aC. Se trata de fragmentos de ollas, de vasos de grandes dimensiones, de bandejas, etcétera, cuyas características mineralógicas hacen pensar en un área de producción local, posiblemente el mismo asentamiento. La cerámica a torno es menos frecuente, pero también está presente por todo el yacimiento. Se han estudiado e inventariado una treintena de fragmentos de ánforas o vasos, datados entre finales del siglo VII y la primera mitad del VI aC.
Durante las tareas de cartografía de los muros de piedra seca, se han localizado un total de 42 molinos de mano insertados en los muros. Algunos de estos guijarros, por sus características o composiciones, hacen pensar que proceden de las playas de Sa Tuna o Fonda de Begur, y podrían ser parte del utillaje de artes de pesca empleadas.
La vertiente norte de la montaña de Aiguablava conserva numerosos muros de piedra seca que sostienen un sistema de bancales rectos y paralelos, restos de una intensa explotación agrícola claramente especializada en la viña. La carretera que lleva al parador rompe parte de estas estructuras. La viña fue la producción agrícola por excelencia del litoral de l’Empordà y en Begur en 1855 todavía representaba el 55% del cultivo. Más tarde diversas plagas destruyeron la mayoría de las cepas.
El equipo que ha estudiado el yacimiento, ha publicado un primer balance del mismo en la revista Estudis del Baix Empordà y se ha mostrado esperanzado en que futuras intervenciones arqueológicas esclarezcan las dimensiones, la cronología precisa y las razones que comportaron el abandono del asentamiento en el siglo VI aC.

FUENTES-El País.com

domingo, 28 de diciembre de 2014

LAS CADENAS DE LA MUERTE.

NOTICIAS:


ESQUELETO CON LOS GRILLETES PUESTOS


Un equipo de arqueólogos que realizaba unas excavaciones previas a la construcción de una vivienda unifamiliar en Saintes, al suroeste de Francia, ha desenterrado los esqueletos de varios individuos, entre ellos dos mujeres y dos niños, algunos con grilletes de hierro alrededor del cuello, los tobillos o las muñecas, según informa el Instituto Nacional de Investigaciones Arqueológicas Preventivas (INRAP) en un comunicado. Los esqueletos yacían en fosas rectangulares y entre el ajuar funerario, prácticamente inexistente, destacan unas monedas de la segunda mitad del siglo II d.C. que fueron colocadas sobre los ojos de uno de los niños. Se trata de un rito funerario greco-romano encaminado a remunerar al barquero mitológico que transportaba las almas hacia el inframundo.

Las sepulturas forman parte de una extensa necrópolis galo-romana, fechada en una época posterior a la conquista romana de la Galia. El sitio arqueológico se encuentra a unos 250 metros al oeste del anfiteatro de Saintes, construido en el siglo I d.C., entre los reinados de Tiberio y Claudio. Las cadenas y grilletes que portaban los esqueletos denotan la baja condición social de los difuntos, que pudieron ser esclavos e incluso gladiadores que combatieron en la arena del anfiteatro. Los arqueólogos tratarán de conocer los orígenes de estos individuos, su situación social y las circunstancias que provocaron su muerte.


FUENTE- National Geographic.

sábado, 27 de diciembre de 2014

MASADA

CURIOSIDADES EXPRESS:





La antigua Masada, Es- Sebbeh, ese portentoso promontorio rocoso desde se puede dominar la totalidad de la orilla occidental del mar Muerto, y en su cima hallamos los restos de la gran fortaleza que significó la perdición de sus moradores. Herodes el grande, que vivió entre el 37 a.c. y 4 d.c., mandó erigir ese monumento como refugio prácticamente inexpugnable un magnifico palacio que sería presa de los romanos un siglo después de su construcción, para lo cual realizaron una rampa de grandes dimensiones y poner en práctica un asalto de gran envergadura sin cuartel. 


FORTALEZA MASADA VISTA DESDE LA CARA NORTE, CON EL PALACIO DE HERODES EN PRIMER TÉRMINO Y LA RAMPA ROMANA A LA DERECHA


En aquel entonces Herodes el grande tenía sobrados motivos para temer por su vida. De una banda, había muchos aspirantes al trono que él ostentaba, y de otro lado, desde que se hizo con el cetro,  recibió el acoso constante de Cleopatra, la reina de Egipto, apoyada por Marco Antonio, tenía la intención de conquistar su trono. Por ello, Herodes decidió levantar la fortaleza para que su familia y él albergaran refugio en caso de peligro, y el mejor emplazamiento para esto era sin duda ese imponente promontorio de Mesada.  Y aunque fue fortificado con anterioridad, fue Herodes quién lo rodeó con una muralla en todo su perímetro. Dentro del mismo albergó almacenes y edificios de amplios interiores, pero el complejo sufría de una importante carencia, la falta de agua, para lo que se tuvo que idear importantes aplicaciones arquitectónicas. La solución hallada debió disponer de mucha mano de obra. Primero se construyeron una serie de presas en dos torrentes estacionales procedentes de unas montañas situadas detrás de Mesada, de las que surgían varios canales excavados en sus laderas. Y para salvar la distancia entre las mismas y la fortaleza se levantaron unos acueductos que conducían el agua hasta unas cisternas, comunicadas unas a otras en forma de refuerzo, con lo que si los romanos tiraban abajo los acueductos, con el uso de esas cisternas la fortaleza podía aguantar con agua un tiempo.


PLANO DEL INTERIOR FORTALEZA MASADA A LA DERECHA EL PALACIO DE HERODES Y ARRIBA EL PALACIO OCCIDENTAL Y LA PUERTA OCCIDENTAL


La fortaleza contó con un palacio que permitía al rey vivir con un estilo de vida alto. En la cima solo hubo un lugar donde este soberano tuvo privacidad, algo más de seguridad y un entorno sombrado y refrescante, el de la cara norte, donde se construyó al borde del abismo, un palacio de tres plantas sobre diversas terrazas excavadas en parte directamente sobre la roca o bien asentadas encima de unos soportes que alcanzaban un repecho inferior. Los diferentes niveles de la construcción se comunicaban a través de unos 129 peldaños ocultos. Su interior albergaba mosaicos y pinturas murales exquisitas y se decoraron los diferentes accesorios arquitectónicos con yeso, pintura y oro.
Cuando murió Herodes, Judea se convirtió en una provincia romana, la cuál se levantó en armas en el año 66. En el 72, los romanos aplastaron los últimos esfuerzos de resistencia, a excepción de Mesada, donde se refugiaron una serie fervientes nacionalistas que prosiguieron con la revuelta. Para ello, levantaron en primer lugar una muralla de 3,5 km de longitud para evitar que los insurgentes escaparan, pero viendo que el asedio se podía prolongar indefinidamente, eligieron después del año construir una rampa que llevase a la fortaleza. Esta rampa arrancaba del punto más próximo respecto a las murallas de una colina adyacente, con unos 200 metros de largo y otros 100 metros de alto con una anchura que sobrepasaba los 200 metros. La tierra se depositaba por medio de un armazón de madera, y su cima se edificó una plataforma de piedra de 25 metros de alto, sobre la que se irguió una torre revestida de hierro de unos 30 metros de altura, soportando una lluvia de flecha y otros objetos lanzados por los rebeldes. Para construir la rampa participaron los soldados pero también cientos de prisioneros que muchos de ellos fueron muriendo en la rampa.


RECONSTRUCCIÓN DE LAS MURALLAS DE MASADA AÑO 73. ABAJO LOS SOLDADOS ROMANOS RECONSTRUYENDO LA RAMPA DE ASEDIO


Cuando la rampa alcanzó la altura deseada, los romanos se abrieron paso por la muralla mediante el uso de flechas y catapultas, en la misma abrieron una brecha y esa misma noche, los sitiados optaron por auto inmolarse para no caer presos de los romanos.

ENCONTRADO EL MONOLITO MAS GRANDE DE LA ANTIGUEDAD.

NOTICIAS:

MONOLITO  ENCONTRADO



Un equipo arqueológico germano-libanés ha hallado el bloque de piedra tallada más grande que se conoce de la Antigüedad, en los terrenos que alojaron la cantera de Baalbek, la Heliópolis romana, al oeste del Líbano, según informa el Instituto Arqueológico Alemán en un comunicado reciente. Aunque se desconoce su fecha exacta, probablemente se comenzó a tallar a partir del año 27 a.C., bajo el reinado de Augusto, quien ordenó la ampliación de un santuario prerromano cuya divinidad fue identificada con Júpiter. El inmenso bloque de piedra caliza, y otros hallados en las inmediaciones, fueron creados como base o podio de un templo que alcanzó unas proporciones gigantescas, aunque algunos nunca fueron utilizados y acabaron enterrados con el paso de los siglos. 

El monolito, que aún no ha sido completamente excavado, pesa unas 1.650 toneladas y mide 19,60 metros de largo, 6 metros de ancho y al menos 5,5 metros de alto. Los arqueólogos creen que fue tallado para ser utilizado en el templo, pero finalmente fue abandonado porque no era apto para el transporte. Probablemente se hubiera agrietado, afirman los investigadores en el comunicado. Justo al lado se encuentran otros dos monolitos que fueron hallados años atrás: la piedra de la mujer embarazada, de unas 1.000 toneladas; y otra que pesa unas 1.240 toneladas. Los arqueólogos tratarán de saber cómo se extraían y transportaban estos bloques descomunales y por qué fueron abandonados.


FUENTE- National Geographic España.

miércoles, 24 de diciembre de 2014

MISTERIOSOS PALACIO EN UN LAGO SIBERIANO

NOTICIAS:


FOTO AÉREA DEL PALACIO

Los expertos siguen debatiendo el origen de una misteriosa estructura de 1.300 años de antigüedad levantada en una isla en medio de un lago siberiano: ¿fue un palacio de verano, un monasterio o incluso un observatorio astronómico?

Pese a que existen distintas hipótesis sobre esta estructura levantada en la Siberia rural denominada 'Por-Bajin', más de un siglo después de su descubrimiento los científicos aún no han logrado descubrir sus secretos: quién y para qué se construyó. "Por-Bajin está considerado legalmente uno de los monumentos arqueológicos más misteriosos de Rusia", afirma 'The Siberian Times' citando la página oficial del sitio.

El complejo, probablemente erigido en 757 d.C., fue descubierto en el siglo XIX en el centro de Tere-Khol, un lago de gran altitud en Tuvá, en el centro de Eurasia. Dentro de la estructura, explorada varias veces por los científicos, fueron halladas tablillas de arcilla de pies humanos, dibujos antaño de color en las paredes, puertas gigantes y fragmentos de madera quemada. Pero nada ha dado una respuesta definitiva a los interrogantes que existen en torno al origen de Por-Bajin. 

Según los expertos, los materiales de construcción y la forma en que el sitio está diseñado apuntan a que fue construido de acuerdo con una tradición arquitectónica típicamente china de la dinastía Tang (618-907 d.C.). El citado medio asevera que, concretamente, el diseño evidencia que se trataba de un complejo comunitario o palacio construido en torno a un monasterio budista. 

El periódico concluye que, aunque el debate sobre los orígenes de Por-Bajin continuará durante décadas, no hay duda acerca de su belleza. El presidente ruso Vladímir Putin lo resumió perfectamente tras una visita en 2007: "He estado en muchos lugares, he visto muchas cosas, pero nunca he visto nada parecido".


FUENTE- RT Actualidad.

lunes, 22 de diciembre de 2014

PERSÓPOLIS

CURIOSIDADES:


ENTRADA A PERSÓPOLIS

Cuando, en torno al año 515 a.C., las delegaciones de los pueblos sometidos por los persas llegaron por primera vez a Persépolis para entregar sus tributos a Darío I con ocasión de las celebraciones del Año Nuevo, su sorpresa debió de ser mayúscula. En otras ocasiones, al acudir a la corte persa en Pasargada o en Susa, ya habían podido contemplar construcciones de extraordinaria grandeza y exuberancia, pero ninguna igualaba la nueva capital que Darío empezó a construir entre 518 y 516 a.C. en el corazón mismo de la región de Fars. El Gran Rey la denominó Parsa, por el nombre del pueblo persa; más tarde los griegos la llamarían Persépolis, «la ciudad de Parsa». Siglos después, cuando se olvidó la conexión de este complejo monumental con los reyes aqueménidas, se lo vinculó al gran rey mítico de Irán, ğamšid, y recibió el nombre de Taxt-e ğamšid, «el Trono de ğamšid», como se le conoce actualmente. En la Edad Media lo llamaban sad stun, «las Cien Columnas».


Al acercarse desde el oeste por la llanura, las delegaciones podían ver cómo, detrás de las construcciones de una ciudad, se alzaba una amplia plataforma de piedra de 15 metros de altura, sobre la que a su vez se levantaba el sensacional pórtico del Apadana, la sala de audiencias de los grandes reyes persas. Sus columnas de 20 metros de altura hacían que la construcción alcanzara en total los 40 metros. Este ingenioso método para conseguir un espectacular efecto visual, nunca antes utilizado, sería imitado más tarde por algunos templos griegos en la Acrópolis de Atenas y en Asia Menor. La plataforma, que se extendía por la ladera suroeste del monte Kuh-e Rahmat o monte de la Misericordia, tenía dimensiones impresionantes, 300 por 455 metros, y estaba cubierta por monumentales edificios y espléndidos jardines. Construcciones posteriores fueron reduciendo paulatinamente la presencia de los jardines, pero en tiempos de Darío I ocupaban aún la mayor parte de la superficie de la plataforma. Un complejo sistema de canalizaciones y alcantarillado garantizaba el riego, al tiempo que evitaba que las aguas procedentes de la montaña deteriorasen o inundasen la terraza y sus fundamentos.

El acceso a la plataforma elevada se hacía por el lado sur. Al acercarse a él, las delegaciones veían una gran inscripción en persa, elamita y acadio en la que el Gran Rey establecía los fundamentos de su poder y recordaba a las delegaciones que se acercaban que habían sido sometidas por el soberano tras un período convulso al comienzo de su reinado y que debían pagar tributo. El texto decía:«Yo soy Darayavahu [Darío], el Gran Rey, Rey de Reyes, rey de muchas naciones, hijo de Vištaspa [Hystaspes], un descendiente de Haxamaniš [Aquemenes]. Por la voluntad de Ahura Mazda [el dios principal de los persas] éstas son las naciones de las que yo me he apoderado con el ejército persa, que me temen y dan tributo: Elam, Media, Babilonia, Arabia, Asiria, Egipto, Armenia, Capadocia, Lidia, los jonios del continente y los del mar y las naciones que están más allá del mar: Sagartia, Partia, Drangiana, Areia, Bactria, Sogdiana, Corasmia, Sattagidia, Aracosia, India, Gandara, los escitas y Maka».


En otra inscripción, que se encuentra situada junto a la anterior, el rey Darío el Grande continúa diciendo: «La nación Parsa que me ha entregado Ahura Mazda, que es bella y rica en buenos hombres y caballos, no siente temor ante nadie por la voluntad de Ahura Mazda y de mí mismo, el rey Darayavahu. Que Ahura Mazda me dé su apoyo con todos los dioses. Que Ahura Mazda proteja a esta nación del ejército enemigo, de la hambruna y de la mentira. Que no venga a esta nación ni el ejército enemigo ni la hambruna ni la mentira. Esta petición le hago yo a Ahura Mazda con todos los dioses. Que Ahura Mazda con todos los dioses me la conceda».


Sobrecogidas, las distintas delegaciones ascendían con sus tributos a través de una  imponente escalinata que, siguiendo un pasillo amurallado, conducía a la puerta de Todas las Naciones, un edificio cuadrangular de casi 25 metros de lado sostenido por cuatro columnas de 16,5 metros de alto y que contaba con un pórtico de entrada y otro de salida. Ambos pórticos estaban adornados con dos enormes lamassu, divinidades protectoras asirias que se representan habitualmente con cuerpo de toro o león, alas de águila y cabeza humana.

Al salir por el norte de la puerta de Todas las Naciones, los delegados se topaban de frente con la escalinata monumental que llevaba a la majestuosa sala de audiencias, el Apadana, el edificio más elevado de la plataforma. En Pasargada, Ciro I había construido una sala similar, al igual que Darío en Susa, pero la de Persépolis era más impresionante. Probablemente en la primera visita de las delegaciones, y durante algún tiempo, este asombroso edificio permaneció inconcluso.  

En la fachada oriental del Apadana se desplegaba un friso en el que se había representado mediante bajorrelieves justamente la escena de la entrega de los tributos al soberano. En el centro, Darío I aparece sentado en el trono con el cetro en la mano derecha y una flor con dos capullos en la izquierda, bajo un baldaquino. Detrás de él está el príncipe heredero, seguido por su chambelán y el portador de las armas reales. Separado del rey por dos incensarios se aproxima un personaje que le rinde homenaje y que encabeza una larga procesión de delegaciones de todas las naciones sometidas por Darío, en total 23, representadas en tres filas en el lado izquierdo de la escalera central. Cada  delegación está separada de la anterior por un ciprés, el tipo de árbol que adornaría los jardines de la terraza. En el lado derecho de la fachada, cubriendo la espalda del rey, aparece el ejército que lo sostiene en el trono y asegura la paz en el Imperio, así como los funcionarios encargados de su administración.
Desde allí las delegaciones se dirigían hasta la gran sala de audiencias, ascendiendo por las dos escalinatas del sureste de la fachada. Accedían a un pórtico con baldosas, decoradas de manera que el conjunto imitaba una enorme alfombra de piedra. Luego entraban a través de una monumental puerta metálica a la gran sala. El trono estaba en el centro de ésta, bajo un baldaquino, y sentado en él se hallaba el gran rey tal y como lo acababan de ver representado en el relieve del friso. Todas las delegaciones, con sus variopintos tributos –camellos, caballos, objetos de oro,  plata y marfil...–, cabían en esta enorme sala de 3.600 metros cuadrados, cuya techumbre la sostenían 36 enormes columnas de 20 metros de alto. Según las noticias de Diodoro Sículo, Alejandro Magno y sus compañeros, mientras celebraban embriagados en el Apadana una procesión báquica, lanzaron antorchas sobre las suntuosas alfombras que colgaban de las enormes paredes de ladrillo vidriado y destruyeron completamente la estancia. Tan sólo quedó en pie una columna.


Una vez presentados los tributos al rey y finalizadas las pompas, algunos delegados acudían a un edificio administrativo: el Tesoro. Había un único acceso y antes de entrar cada delegado era registrado en unos espacios reservados al efecto. A continuación atravesaban un largo pasillo sin puertas a cuyos lados se hallaban los almacenes reales, donde se guardaban los tributos aportados por las delegaciones y las tablillas de barro en las que se registraban. Al final del pasillo los delegados eran recibidos en una gran sala por los más altos funcionarios del Estado, que tomaban y consignaban los tributos.

Los delegados de mayor rango se dirigían, por su parte, a la oficina real donde despachaba el rey, llamada tacara. Estaba construida sobre un basamento de unos 2,5 metros de altura, y los marcos de puertas y ventanas estaban formados por enormes bloques de piedra realizados con gran maestría; una ventana, por ejemplo, fue construida en un solo bloque de piedra de 18 toneladas. Darío debía de estar especialmente orgulloso de estos marcos, pues hizo grabar en cada uno de ellos la siguiente inscripción: «Marcos de piedra construidos en la casa del rey Darío». Este edificio se salvó del incendio provocado por Alejandro y durante siglos acogió a viajeros que visitaban admirados las ruinas de Persépolis y gustaban de llenar sus enormes marcos de piedra con grafitis e inscripciones. Entre las más famosas se encuentra una inscripción en persa medio de Šabuhr, rey de los saka, una tribu escita de Asia Central (siglo IV d.C.): «Llegó a sad stun [las Cien Columnas, designación de Persépolis] y bebió vino [organizó un banquete] junto a este edificio. Disfrutó enormemente y ordenó celebrar sacrificios a los dioses. Honró a su padre y a su abuelo. Honró a Šabuhr, Rey de Reyes, y se hizo honrar a sí mismo. Alabó a los que habían construido este palacio».


FUENTE- Alberto Cantera. Universidad de Salamanca.