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SINOPSIS:
Cuando faltan pocos días para que los aliados liberen París, los nazis cargan en un tren los cuadros más valiosos de la capital francesa para enviarlos a Alemania, pero un grupo de partisanos hará todo lo posible por evitar que el tren parta con su preciada mercancía.
COMENTARIO DE LA PELÍCULA:
"El tren" es casi con total seguridad la mejor película sobre el tema del expolio durante la Segunda Guerra Mundial.
Está basado en el libro "Le front de l'Art" de Rose Vallard pero la historia que veremos en la cinta es completamente distinta a la que ocurrió. Rose Vallard era la responsable del museo Jeu de Paume. En ese lugar se almacenaban las obras de arte que los alemanes habían saqueado de los museos y de las colecciones privadas de Francia antes de su traslado a Alemania. Hermann Goering lo visitó el 3 de mayo de 1941 y el personalmente escogió algunas obras para su colección privada. Rose Vallard catalogó en secreto las obras saqueadas, apuntando el origen de la misma, cuando se realizaría su transporte por tren y a ser posible su destino en Alemania. La información obtenida era pasada a la Resistencia para así evitar que los trenes fueran atacados, bien por los resistentes o por la aviación aliada, y su contenido destruido. Rose Vallard llegó a catalogar unas 20.000 obras expoliadas por los alemanes durante los cuatro años de ocupación. Después de la guerra formó parte de la Comisión para la Recuperación Artística y testificó durante los Juicios de Nuremberg.
Frankenheimer realizó una película que constantemente nos emplaza a posicionarnos en el siguiente debate: ¿Qué es más importante, una vida humana o una obra de arte? A lo largo de la película veremos que hay personas que deciden que es más importante la obra de arte que su propia vida, pero otros decidirán que es más importante las obras de arte que la vida de los demás.
El comienzo de la película es realmente impactante. En la noche del 2 de agosto de 1944 el coronel von Waldheim (Paul Scofield) llegá al museo Jeu de Paume. Como ya se ha indicado y al contrario de lo que sucedió en realidad, se nos muestra que todo el botín artístico ha estado almacenado en el museo durante toda la ocupación. París está a punto de caer en manos aliadas y Waldheim llega para supervisar personalmente el traslado de la colección hacia Alemania. En una estupenda secuencia en la que los cuadros de Renoir, Gaugin, Picasso y muchos otros famosos artistas, son embalados en cajas vemos simultáneamente sobreimpresionados los títulos de crédito.
Mademoiselle Villard, la responsable francesa de la colección notifica a la resistencia el expolio y les implora que eviten que dichas obras salgan de Francia, o al menos eviten su destrucción. Esta escena en que Mademoiselle Villard intenta convencer a la Resistencia del valor de las pinturas es realmente buena. Por un lado tenemos a Paul Labiche (Burt Lancaster) un inspector ferroviario reacio a arriesgar la vida de sus escasos hombres por unas pinturas, y por otro a Mademoiselle Villard intentando hacerles ver que esas pinturas es algo por lo que merece la pena morir pues si los alemanes se las consiguen llevar habrán robado "la belleza creada aquí, nacida en Francia". Pero Burt no se deja convencer.
El destino de las obras parece ser Alemania hasta que la decisión de un hombre interfiere. El maquinista del tren encargado del transporte es un veterano llamado Papá Boule (Michel Simon). Para él lo más importante es su locomotora y que el tren que guíe tenga una misión de alto rango como llevar municiones al frente. Antes de partir tiene una conversación con un jefe de estación que le dice lo que lleva el tren que conducirá hacia Alemania. Aunque en su opinión el tren está cargado de champán y perfumes, Papá Bolule recuerda que salió con una modelo de Renoir que "olía siempre a pintura". Pero el revisor le dice que esas pinturas son "la gloria de Francia", y el rostro de Boule cambia mientras repite esas palabras.
Papá Boule decide sabotear la locomotora pero es descubierto y ejecutado sumariamente. Esta ejecución hace cambiar de opinión a los miembros de la Resistencia. Los cuadros deben de ser importantes pues alguien como Papá Boule ha dado su vida por ellos y ahora se esforzarán en evitar por todos los medios que el tren llegue a Alemania. No comentaré como lo realizan pero el truco es realmente original y de hecho la idea se ha utilizado en otros films. La película va en un continuo crescendo hasta llegar al duelo final entre Burt Lancaster y Paul Scofield.
Hay varias anécdotas relacionadas con la cinta. El papel de Papá Boule inicialmente era mucho más largo pero debido a que Michael Simon tenía otro contrato, Frankenheimer decidió "ejecutarlo" lo antes posible (su personaje sólo está presente durante 10 minutos en una cinta de 2 horas). Otra es que Burt Lancaster, famoso por hacer él mismo las secuencias peligrosas, se lesionó la rodilla durante un partido de golf a mitad de rodaje, así que el personaje de Labiche fue herido en la pierna para explicar la cojera.
Como en otras películas bélicas, Frankenheimer utilizó el rodaje en blanco y negro para transmitir la idea del tono documental de la Segunda Guerra Mundial. Para los frikis de la historia de la 2GM como yo, hay un divertido error cuando se habla de que Von Rundstedt está al frente de las fuerzas alemanas. En esa época Rundstedt había sido apartado del mando y sustituido por Von Kluge. En cuanto a la ambientación en líneas generales es más que aceptable aunque mucho del material pesado que vemos es material militar norteamericano. En diversas escenas podemos distinguir tanquetas M8, tanques Chaffee, half-tracks e incluso un cañón de 155 mm. Dentro de este apartado hay que destacar la memorable secuencia del bombardeo sobre la estación donde está el impresionante tren blindado alemán. Para dicha secuencia se utilizó una zona en la que los edificios iban a ser demolidos. Al parecer se tardó casi un mes en disponer las cargas. Y la secuencia sólo dura un par de minutos.
Finalmente, la mayor parte del presupuesto se gastó en trenes. El tren con las obras de arte es el tren que usaba el equipo de producción para llevar el material de una localidad a otra. Y el choque de trenes es totalmente auténtico. Como era una sola toma se utilizaron siete cámaras para filmarlo, de las cuales dos quedaron destruidas.
Una verdadera obra de arte.
Está basado en el libro "Le front de l'Art" de Rose Vallard pero la historia que veremos en la cinta es completamente distinta a la que ocurrió. Rose Vallard era la responsable del museo Jeu de Paume. En ese lugar se almacenaban las obras de arte que los alemanes habían saqueado de los museos y de las colecciones privadas de Francia antes de su traslado a Alemania. Hermann Goering lo visitó el 3 de mayo de 1941 y el personalmente escogió algunas obras para su colección privada. Rose Vallard catalogó en secreto las obras saqueadas, apuntando el origen de la misma, cuando se realizaría su transporte por tren y a ser posible su destino en Alemania. La información obtenida era pasada a la Resistencia para así evitar que los trenes fueran atacados, bien por los resistentes o por la aviación aliada, y su contenido destruido. Rose Vallard llegó a catalogar unas 20.000 obras expoliadas por los alemanes durante los cuatro años de ocupación. Después de la guerra formó parte de la Comisión para la Recuperación Artística y testificó durante los Juicios de Nuremberg.
Frankenheimer realizó una película que constantemente nos emplaza a posicionarnos en el siguiente debate: ¿Qué es más importante, una vida humana o una obra de arte? A lo largo de la película veremos que hay personas que deciden que es más importante la obra de arte que su propia vida, pero otros decidirán que es más importante las obras de arte que la vida de los demás.
El comienzo de la película es realmente impactante. En la noche del 2 de agosto de 1944 el coronel von Waldheim (Paul Scofield) llegá al museo Jeu de Paume. Como ya se ha indicado y al contrario de lo que sucedió en realidad, se nos muestra que todo el botín artístico ha estado almacenado en el museo durante toda la ocupación. París está a punto de caer en manos aliadas y Waldheim llega para supervisar personalmente el traslado de la colección hacia Alemania. En una estupenda secuencia en la que los cuadros de Renoir, Gaugin, Picasso y muchos otros famosos artistas, son embalados en cajas vemos simultáneamente sobreimpresionados los títulos de crédito.
Mademoiselle Villard, la responsable francesa de la colección notifica a la resistencia el expolio y les implora que eviten que dichas obras salgan de Francia, o al menos eviten su destrucción. Esta escena en que Mademoiselle Villard intenta convencer a la Resistencia del valor de las pinturas es realmente buena. Por un lado tenemos a Paul Labiche (Burt Lancaster) un inspector ferroviario reacio a arriesgar la vida de sus escasos hombres por unas pinturas, y por otro a Mademoiselle Villard intentando hacerles ver que esas pinturas es algo por lo que merece la pena morir pues si los alemanes se las consiguen llevar habrán robado "la belleza creada aquí, nacida en Francia". Pero Burt no se deja convencer.
El destino de las obras parece ser Alemania hasta que la decisión de un hombre interfiere. El maquinista del tren encargado del transporte es un veterano llamado Papá Boule (Michel Simon). Para él lo más importante es su locomotora y que el tren que guíe tenga una misión de alto rango como llevar municiones al frente. Antes de partir tiene una conversación con un jefe de estación que le dice lo que lleva el tren que conducirá hacia Alemania. Aunque en su opinión el tren está cargado de champán y perfumes, Papá Bolule recuerda que salió con una modelo de Renoir que "olía siempre a pintura". Pero el revisor le dice que esas pinturas son "la gloria de Francia", y el rostro de Boule cambia mientras repite esas palabras.
Papá Boule decide sabotear la locomotora pero es descubierto y ejecutado sumariamente. Esta ejecución hace cambiar de opinión a los miembros de la Resistencia. Los cuadros deben de ser importantes pues alguien como Papá Boule ha dado su vida por ellos y ahora se esforzarán en evitar por todos los medios que el tren llegue a Alemania. No comentaré como lo realizan pero el truco es realmente original y de hecho la idea se ha utilizado en otros films. La película va en un continuo crescendo hasta llegar al duelo final entre Burt Lancaster y Paul Scofield.
Hay varias anécdotas relacionadas con la cinta. El papel de Papá Boule inicialmente era mucho más largo pero debido a que Michael Simon tenía otro contrato, Frankenheimer decidió "ejecutarlo" lo antes posible (su personaje sólo está presente durante 10 minutos en una cinta de 2 horas). Otra es que Burt Lancaster, famoso por hacer él mismo las secuencias peligrosas, se lesionó la rodilla durante un partido de golf a mitad de rodaje, así que el personaje de Labiche fue herido en la pierna para explicar la cojera.
Como en otras películas bélicas, Frankenheimer utilizó el rodaje en blanco y negro para transmitir la idea del tono documental de la Segunda Guerra Mundial. Para los frikis de la historia de la 2GM como yo, hay un divertido error cuando se habla de que Von Rundstedt está al frente de las fuerzas alemanas. En esa época Rundstedt había sido apartado del mando y sustituido por Von Kluge. En cuanto a la ambientación en líneas generales es más que aceptable aunque mucho del material pesado que vemos es material militar norteamericano. En diversas escenas podemos distinguir tanquetas M8, tanques Chaffee, half-tracks e incluso un cañón de 155 mm. Dentro de este apartado hay que destacar la memorable secuencia del bombardeo sobre la estación donde está el impresionante tren blindado alemán. Para dicha secuencia se utilizó una zona en la que los edificios iban a ser demolidos. Al parecer se tardó casi un mes en disponer las cargas. Y la secuencia sólo dura un par de minutos.
Finalmente, la mayor parte del presupuesto se gastó en trenes. El tren con las obras de arte es el tren que usaba el equipo de producción para llevar el material de una localidad a otra. Y el choque de trenes es totalmente auténtico. Como era una sola toma se utilizaron siete cámaras para filmarlo, de las cuales dos quedaron destruidas.
Una verdadera obra de arte.
TRAILER:
Artículo de- Asier Menéndez Marín
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