SINOPSIS:
Alvin C. York (Gary Cooper) es un joven y trabajador campesino que vive en una de las numerosas granjas de los montes de Cumberland, en el estado de Tennessee. Sólo tiene un defecto: la bebida. Alvin está enamorado de una muchacha, cuya familia de clase alta impide el matrimonio.
COMENTARIO DE LA PELÍCULA:
El
sentimiento pacifista que provocaron los horrores de la Primera
guerra Mundial se había extendido por gran parte de las sociedades
occidentales. Sin embargo la llegada al poder de Hitler cambió por completo la
percepción de algunos políticos que preveían una nueva guerra mundial tal y
como se muestra en "Amenaza
de tormenta". El expansionismo
nazi y el estallido de la Guerra Civil Española provocó que muchos se
replantearan sus anteriores posiciones pacifistas (Jean Renoir realizó "La
Marsellesa" un año después de
"La
gran ilusión"). Pero ya era
demasiado tarde, y en septiembre de 1939 comenzó la Segunda guerra
Mundial.
Al comienzo de dicha conflagración, la mayor parte de la población norteamericana lo veía una repetición del conflicto que acabó 21 años antes. Algo lejano que sólo afectaba a los europeos. Sin embargo había grandes diferencias con lo ocurrido anteriormente. El sentimiento aislacionista y el deseo de evitar la intervención era mucho mayor por varias causas. En primer lugar porque sentían que dicho conflicto fue ganado por los agotados aliados gracias a la intervención de las tropas norteamericanas y que sus muertos sirvieron simplemente para mantener los caducos imperios europeos, sin traer ningún beneficio para su país. En segundo lugar, la Gran depresión fue en parte consecuencia de la Primera Guerra Mundial, por lo que si evitaban intervenir en esta se evitarían problemas futuros. En tercer lugar, las reclamaciones alemanas no parecían tan descabelladas y Hitler tenía mejor prensa que Stalin para una parte significativa de la población. Finalmente, la expansión de la influencia norteamericana se estaba dando hacia el Pacífico, no hacia el Atlántico.
Sin embargo el gobierno de Franklin D. Roosevelt previó que los Estados Unidos entrarían en la guerra y actuó en consecuencia. No sólo comenzó a prepararse materialmente ordenando el reclutamiento de tropas e incrementando la producción de armamento. También comenzó a prepararse moralmente y así dio comienzo una campaña para concienciar a la sociedad norteamericana. Como era de esperar, Hollywood tuvo un papel destacado en esta concienciación y así vieron la luz películas como "Blockade" o "El gran dictador". Sin embargo, aunque en ambas se denunciaba el peligro del fascismo, también contenían mensajes pacifistas. Y lo que no se buscaba era que la sociedad norteamericana quedará desmovilizada como ocurrió con la sociedad francesa en 1940.
Entonces en septiembre de 1941 llegó a las pantallas "El sargento York". En dicha película se narraba la vida y la hazaña realizada por el sargento Alvin York durante la 1GM. En principio parece el típico film de propaganda que anima al alistamiento. Pero no lo es. Lo que diferenciaba a esta película de otras películas bélicas coetáneas es que Alvin York era un pacifista.
Inicialmente se nos muestra a un Alvin York, un granjero de Tenesse pendenciero y bebedor que se reforma gracias a la religión. Cuando estalla la guerra, esta parece muy lejana para los montañeses de Tenesse. Pero cuando es llamado a filas en su interior se inicia un profundo debate interno. Por un lado sus creencias le impulsan a la objeción de conciencia, pero por otro lado el considera que la causa norteamericana está justificada. Sus mandos perciben que es un hombre con madera de líder y le permiten que se tome un tiempo para reflexionar. Éste se retira a un monte donde implorando la ayuda divina espera no tener que verse obligado a matar a un hombre. Finalmente decide que la causa es lo suficientemente justa como para luchar y arriesgar su vida.
Antes de partir para Europa, York es ascendido a cabo. Una vez en Francia su unidad se ve involucrada en la ofensiva del Mosa y el Argonne. Se les encomienda la misión de atacar una posoción fuertemente defendida con ametralladoras. Las lajas son numerosas y York queda al cargo de los siete hombres que quedan de su grupo. Se da cuenta de que Dios le está poniendo a prueba y que si cumple con su deber podrá acortar la guerra aunque eso signifique que tenga que matar a seres humanos. Gracias a su estupenda puntería consigue poner fuera de combate a las ametralladoras germanas (se estima que acabó con unos 20 alemanes). Incluso consigue tomar prisionero a un oficial alemán, el teniente Paul Jürgen Vollmer, al que conminó para que rindiera sus tropas. Parecerá increíble, pero York y sus 7 hombres tomaron prisioneros a 132 alemanes. Al caer dicho sector, el Regimiento de Infantería 328º pudo tomar el ferrocarril de Decauville. Por ello no es de extrañar que fuera ascendido a sargento, recibiera la Medalla de Honor del Congreso de manos del General Pershing y que Francia le diese la Legión de Honor. En sus propias palabras: "A higher power than man power guided and watched over me and told me what to do."
A su vuelta a los Estados Unidos, York recibió varios honores, pero no aceptó dinero en metálico porque según él matar gente no era algo por lo que uno debía de enorgullecerse. Durante bastante tiempo se pensó en llevar su proeza al cine, pero se negó. Cuando los vientos de guerra comenzaron nuevamente a soplar cambió de opinión y accedió a que se realizara la película. Pero Alvin York insistió en que fuera Gary Cooper quien le interpretase (se pensó en James Stewart y en Ronald Reagan). La película fue todo un éxito, cumplió su objetivo propagandístico y por este papel Cooper ganó el oscar.
Imprescindible tanto para los amantes del cine como para los aficionados a la historia.
Al comienzo de dicha conflagración, la mayor parte de la población norteamericana lo veía una repetición del conflicto que acabó 21 años antes. Algo lejano que sólo afectaba a los europeos. Sin embargo había grandes diferencias con lo ocurrido anteriormente. El sentimiento aislacionista y el deseo de evitar la intervención era mucho mayor por varias causas. En primer lugar porque sentían que dicho conflicto fue ganado por los agotados aliados gracias a la intervención de las tropas norteamericanas y que sus muertos sirvieron simplemente para mantener los caducos imperios europeos, sin traer ningún beneficio para su país. En segundo lugar, la Gran depresión fue en parte consecuencia de la Primera Guerra Mundial, por lo que si evitaban intervenir en esta se evitarían problemas futuros. En tercer lugar, las reclamaciones alemanas no parecían tan descabelladas y Hitler tenía mejor prensa que Stalin para una parte significativa de la población. Finalmente, la expansión de la influencia norteamericana se estaba dando hacia el Pacífico, no hacia el Atlántico.
Sin embargo el gobierno de Franklin D. Roosevelt previó que los Estados Unidos entrarían en la guerra y actuó en consecuencia. No sólo comenzó a prepararse materialmente ordenando el reclutamiento de tropas e incrementando la producción de armamento. También comenzó a prepararse moralmente y así dio comienzo una campaña para concienciar a la sociedad norteamericana. Como era de esperar, Hollywood tuvo un papel destacado en esta concienciación y así vieron la luz películas como "Blockade" o "El gran dictador". Sin embargo, aunque en ambas se denunciaba el peligro del fascismo, también contenían mensajes pacifistas. Y lo que no se buscaba era que la sociedad norteamericana quedará desmovilizada como ocurrió con la sociedad francesa en 1940.
Entonces en septiembre de 1941 llegó a las pantallas "El sargento York". En dicha película se narraba la vida y la hazaña realizada por el sargento Alvin York durante la 1GM. En principio parece el típico film de propaganda que anima al alistamiento. Pero no lo es. Lo que diferenciaba a esta película de otras películas bélicas coetáneas es que Alvin York era un pacifista.
Inicialmente se nos muestra a un Alvin York, un granjero de Tenesse pendenciero y bebedor que se reforma gracias a la religión. Cuando estalla la guerra, esta parece muy lejana para los montañeses de Tenesse. Pero cuando es llamado a filas en su interior se inicia un profundo debate interno. Por un lado sus creencias le impulsan a la objeción de conciencia, pero por otro lado el considera que la causa norteamericana está justificada. Sus mandos perciben que es un hombre con madera de líder y le permiten que se tome un tiempo para reflexionar. Éste se retira a un monte donde implorando la ayuda divina espera no tener que verse obligado a matar a un hombre. Finalmente decide que la causa es lo suficientemente justa como para luchar y arriesgar su vida.
Antes de partir para Europa, York es ascendido a cabo. Una vez en Francia su unidad se ve involucrada en la ofensiva del Mosa y el Argonne. Se les encomienda la misión de atacar una posoción fuertemente defendida con ametralladoras. Las lajas son numerosas y York queda al cargo de los siete hombres que quedan de su grupo. Se da cuenta de que Dios le está poniendo a prueba y que si cumple con su deber podrá acortar la guerra aunque eso signifique que tenga que matar a seres humanos. Gracias a su estupenda puntería consigue poner fuera de combate a las ametralladoras germanas (se estima que acabó con unos 20 alemanes). Incluso consigue tomar prisionero a un oficial alemán, el teniente Paul Jürgen Vollmer, al que conminó para que rindiera sus tropas. Parecerá increíble, pero York y sus 7 hombres tomaron prisioneros a 132 alemanes. Al caer dicho sector, el Regimiento de Infantería 328º pudo tomar el ferrocarril de Decauville. Por ello no es de extrañar que fuera ascendido a sargento, recibiera la Medalla de Honor del Congreso de manos del General Pershing y que Francia le diese la Legión de Honor. En sus propias palabras: "A higher power than man power guided and watched over me and told me what to do."
A su vuelta a los Estados Unidos, York recibió varios honores, pero no aceptó dinero en metálico porque según él matar gente no era algo por lo que uno debía de enorgullecerse. Durante bastante tiempo se pensó en llevar su proeza al cine, pero se negó. Cuando los vientos de guerra comenzaron nuevamente a soplar cambió de opinión y accedió a que se realizara la película. Pero Alvin York insistió en que fuera Gary Cooper quien le interpretase (se pensó en James Stewart y en Ronald Reagan). La película fue todo un éxito, cumplió su objetivo propagandístico y por este papel Cooper ganó el oscar.
Imprescindible tanto para los amantes del cine como para los aficionados a la historia.
TRAILER:
Artículo de- Asier Menéndez Marín.
No hay comentarios:
Publicar un comentario