El genoma de un joven de hace 24.000 años es el más lejano que se ha secuenciado de la especie humana actual. Revelaron casi no tener ninguna relación con el pueblo moderno que vive hoy en el este asiático.
El genoma de un joven siberiano de hace 24.000 y otro de 17.000 años atrás revelaron casi no tener ninguna relación con el pueblo moderno que vive hoy en el este asiático, sin embargo con sorpresa demostró que está ligado a los modernos euroasiáticos occidentales y con los nativos americanos, comunicó el 20 de noviembre un equipo de genética liderado por el Centro de GeoGenetics en el Museo de Historia Natural de Dinamarca.
“La antigua Siberia demuestra firmas genómicas que son basales en los eurasiáticos occidentales de hoy en día y cercanos a aquellos de los nativos americanos modernos”, señalaron los científicos. Esto permitió descubrir otro origen en esta población.
Los restos del joven siberiano apodado Ma-1 se encontraron en sitio Paleolítico Superior de Mal'ta, un lugar vecino al lago Baikal, al centro-sur de Siberia, conocido por la cultura Buret o MaltinskoBuretskaya. En el mismo lugar se encontraron numerosas figuras humanas talladas. A finales de 2009, los investigadores tomaron muestras genéticas de los restos que hoy se encuentran en el Museo Hermitage, de San Petersburgo.
Tanto los genomas mitocondrial y nuclear del MA-1 indican que estaba relacionado con eurasiáticos occidentales de hoy en día, dice el reporte.
Un segundo sujeto prehistórico, que vivió hace unos 17.000 años en el centro sur de Siberia, en el sitio Afontova Gora-2, tampoco tenía relación genética a los asiáticos que hoy viven en el Este, y también tenía características muy similares al joven MA1 de Mal’ta.
Estos hallazgos permitieron comprender que la genética de los nativos americanos no proviene solamente de los antepasados de los modernos asiáticos del este, como se creía, sino que también de los antepasados de los modernos euroasiáticos occidentales de hoy, cuya población estuvo presente hace 24.000 años en el sitio de Malt’a y hace 17.000 en el sitio de Afontova, ambos en Siberia.
Otra conclusión dada por los científicos es que la población en Siberia se mantuvo durante el 'Último Período Glacial' que había en Asia entre 26.000 y 19.000 años atrás, como también en un período posterior, hace 17.000 años, después del deshielo.
“La mayoría de los científicos creían que los linajes nativos americanos se remontan hace aproximadamente 14.000 años, cuando cruzaron los primeros por el estrecho de Bering hacia el Nuevo Mundo (América)”, destacó el Dr. Pontus Skoglund de la Universidad de Uppsala, uno de los autores del estudio.
El Dr. Skoalund aclaró entonces, que ahora hay una evidencia directa de que algunos de los ancestros que caracterizan a los nativos americanos son de “por lo menos 10.000 años más que eso, y estaban presentes en Siberia antes de la última Edad de Hielo”.
Desde Chile, otras evidencias de poblaciones tempranas en América, que llegaron al extremo austral, y que habitaron cerca de Puerto Montt hace unos 15.000 años, indican que estos seguramente migraron lentamente desde Asia y bajaron por la costa mucho antes, señaló el Dr. Eugenio Aspillaga, profesor de Antropología de la Universidad de Chile.
En relación al actual estudio siberiano, “el resultado fue una completa sorpresa para nosotros. ¿Quién hubiera pensado que los nativos americanos de hoy en día, que hemos aprendido en la escuela provienen de Asia oriental, compartan la historia evolutiva reciente con euroasiáticos occidentales contemporáneos?, comentó el profesor Eske Willerslev del Centro de GeoGenetics, quien dirigió el estudio.
“Aún más curiosamente, esto ocurrió por el flujo de genes de una población antigua que hasta el momento está representado sólo por la MA-1 individuo que vivió hace unos 24.000 años”.
En la investigación también participó el Profesor Kelly Graf del Centro para el Estudio de los primeros americanos, de la Universidad de Texas. Para el científico los resultados son significativos porque “muestra que los siberianos del Paleolítico Superior procedían de una población cosmopolita de los primeros humanos modernos que se extendió desde África hacia Europa y Asia Central y del Sur”.
El Dr. Graf sostiene que ahora puede explicarse finalmente porqué algunos esqueletos de nativos americanos del período paleolítico "tienen rasgos fenotípicos atípicos".
"Esto se debería a una conexión histórica directa al Alto Paleolítico de Siberia", señaló el Dr. Graf.
No hay comentarios:
Publicar un comentario