SINOPSIS:
En el año 70 d.c con la caída de Jerusaleén y la destrucción del segundo templo, la rebelión judía contra la ocupación Romana se declara terminada. Pero Elazar ben Yair y su familia huyen de la ciudad prometió que la guerra judea no ha terminado. Elazar y sus seguidores tienen su sede central en la parte superior de la fortaleza de la montaña de Masada. Desde allí se llevan a cabo redadas en las aldeas ocupadas romanos en el sur de Palestina. Estos ataques guerrilleros amenazan la credibilidad de la victoria romana declarada. El comandante general de la 10 ª Legión, Cornelio Flavius Silva, organiza una reunión con Elazar para negociar una tregua.De regreso a Roma, las esperanzas de Silva para implementar una tregua en Judea son aplastadas por el emperador Vespasiano,debido a las presiones políticas en el senado Romano. Silva se envía de nuevo a Judea después de asegurar los servicios del veterano comandante de asedio Rubrio Gallus. Silva también se informó de que su segundo al mando, el general Marcus Quadratusare, y Jefe Tribune Meroveo, son espías de enemigo político del emperador. Mientras que Silva se encuentra todavía en Roma, gracias a la traición de estos dos hombres, la tregua se rompe violentamente por los romanos.
REPERCUSIÓN HISTÓRICA:
Masada es el nombre en hebreo de "fortaleza"
pero el nombre designa en concreto a la que se levanta en medio del desierto de
Judea y que se consideraba inexpugnable. La fortaleza fue construida por Herodes el Grande entre el 37 y el 31 AC por temor a una revuelta de sus súbditos.
Tenía pozos de agua y almacenes para aguantar un asedio de años. Fue ocupada
por los romanos en el año 63 AC por Pompeyo el Grande estableciéndose un
régimen de reino tributario para con Roma. En el año 6 pasó a ser provincia
romana pero la casa real judía todavía mantenía bastante poder civil. En el año
66 estalló la Primera guerra judeo-Romana.
La mayor
parte de lo que sabemos de dicha revuelta se lo debemos al historiador Flavio Josefo, un judío romanizado. Las causas de dicha revuelta son bastante
llamativas. La religión judía no sólo era permitida en el Imperio Romano, sino vista con buenos ojos (en los funerales de Julio César hubo
bastantes judíos). Pero una cosa eran los judíos que vivían en los diversos
lugares del Imperio y otra muy distinta eran los que vivían en Judea. Estos se
caracterizaban por su exagerado fanatismo religioso y no mostraban ninguna
tolerancia hacia las otras religiones que aparecían en su tierra debido a su integración
en el Imperio. En el año 66, gobernando Nerón en Roma, unos griegos
sacrificaron pájaros delante de una sinagoga en la ciudad de Cesárea. Los
judíos protestaron pero la guarnición romana no hizo nada. Eso provocó la ira
de los judíos que se rebelaron, denominándoles Zelotes que
quiere decir insurgente o rebelde, y expulsaron a los romanos de Jerusalén. En
un audaz golpe de mano, un grupo extremista denominados Sicariostomó la fortaleza de Masada y exterminó a la guarnición. En un
intento de restaurar el orden se mandó desde Siria a la Legión XII Fulminata y
efectivamente fue fulminada por los judíos en la Batalla de Beht Horon. Toda la zona cayó bajo el control
de los Zelotes que se dedicaron a exterminar sistemáticamente a todo aquel
judío sospechoso de colaborar con Roma. Nerón se vio obligado a mandar varias
legiones más al mando de Vespasiano y este
consiguió pacificar el norte de la provincia en el año 68. Pero entonces cayó
Nerón y en la lucha de poder estalló una pequeña guerra civil que ganó Vespasiano. Una vez
establecido en el poder volvió a ocuparse de Judea enviando a su hijo Tito a
reconquistar Jerusalén. El terrible asedio duró desde marzo a septiembre del 70 y tuvo como
consecuencia la destrucción del Templo y la esclavización de los
supervivientes. En el año 71 tan sólo quedaban por realizar "operaciones
de limpieza". En el otoño del 72 tan sólo Masada permanecía en manos de
los Sicarios.
La serie de televisión "Masada"
precisamente nos narra el asedio y caída final de dicha fortaleza. El director
Boris Sagal (el mismo que dirigió la serie "Ike")
tuvo el acierto de imitar al maestro Kubrick en "Espartaco". Los romanos fueron interpretados por actores
británicos y los judíos por estadounidenses. Entre los primeros tenemos a Peter
O'Toole interpretando a Flavio Silva, Anthony Quaile en el papel del ingeniero romano
Rubrius Galo y David Warner en el de Pomponio Falco. En los segundos está Peter
Strauss que da vida a Eleazar ben Yair, líder de los Sicarios, y Barbara Carrera hace el papel de la tía buena
que se enrolla con el general romano. Para la banda sonora se contrató a Jerry
Goldsmith. Los exteriores fueron rodados en los lugares históricos, pero como
hacía tanto calor, el rodaje se redujo al mínimo imprescindible y tan sólo se
realizaba o al comienzo del día o al anochecer. El resto fue filmado en
estudio.
El principal fallo de la serie es que no se libra de un descarado tono
propagandístico. Nada más empezar se nos muestra a unos soldados israelíes
subiendo a la fortaleza, y tras plantar su bandera, proclaman que Masada nunca
más volverá a caer en manos extranjeras. Luego está el hecho de que se nos
retrata a los Sicarios como una especie de hombres piadosos que tan sólo buscan
la libertad y vivir de acuerdo con sus preceptos cuando en realidad eran unos
asesinos fanáticos. En cuanto al guión, cuesta creerse que un tribuno romano se
ponga a cargar rocas para construir la rampa, y también resulta algo insufrible
cuando se ve sobreactuar a O'Toole. Pero en líneas generales la serie tiene más
de bueno que de malo.
El asedio de Masada está considerado como el punto culminante en el desarrollo
de las técnicas romanas de la poliorcética. Y lo cierto es que la serie las
muestra bastante bien. Hay una secuencia bastante buena en la que vemos a
Anthony Quaile haciendo medidas para elevar la rampa y en ella vemos una
escuadra de agrimensor y un nivel en cruz (el ancestro del teodolito). También
es de destacar que se hace mención a las dificultades logísticas de los
romanos, estaban en medio de un desierto y todo, alimentos, madera, agua lo
tenían que transportar hasta allí. Adicionalmente la recreación de los
legionarios imperiales es bastante correcta. En los cinco meses que duró el
asedio, los romanos rodearon Masada con ocho campamentos fortificados y luego
construyeron una rampa (agger)
de 196 metros de largo, que alcanzaba los 100 metros de altura, con un grosor
de 5 metros y un 51% de pendiente. Por dicho agger llevaron
una torre protegida con planchas de metal, artillada con Scorpias y ballistas, y con
un ariete en la parte baja. Tras abrir brecha en el muro se encontraron con que
los defensores habían levantado un segundo muro a base de madera y grava. Los
romanos no se amilanaron y lo destruyeron también incendiándolo. Cuando por fin
entraron los romanos descubrieron que los Sicarios se habían suicidado al
estilo de lo que los Numantinos habían hecho unos par de siglos antes. Los
hombres mataron a sus familias, luego diez de estos fueron elegidos a suertes
para matar al resto. Finalmente, entre esos diez se echó a suertes quien
debería acabar con los que quedaban. Este último se suicidó. Sólo sobrevivieron
dos mujeres y cinco niños de los 960 habitantes de la fortaleza.
TRAILER:
Artículo de: Asier Menéndez Marín.
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