RECOMENDACIÓN:
SINOPSIS:
Durante una batalla ocurrida en los últimos meses de la Primera Guerra Mundial, un soldado Judío del ejército de la nación ficticia de Tomainia y barbero de profesión (Charles Chaplin) salva la vida del oficial Schultz (Reginald Gardiner) ayudándole a escapar en su avión, pero sufren un accidente y el avión se estrella. Ambos sobreviven, pero el soldado pierde la memoria. En ese momento llegan unos médicos que anuncian a Schultz que la guerra ha terminado y Tomainia ha perdido.
Veinte años después, y todavía amnésico, el soldado escapa del hospital en el que ha permanecido todo ese tiempo y regresa a su ciudad, donde abre de nuevo su antigua barbería ubicada en el Ghetto, ignorando que los tiempos han cambiado. El país es gobernado por el despiadado dictador Adenoid Hynkel (Charles Chaplin), asitido por el Ministro del Interior Garbitsch (Henry Daniell, parodia de Joseph Goebbels) y el Ministro de la Guerra Herring ( Billy Gilbert, parodia de Hermann Goring ), y existe una brutal discriminación contra los judíos. El símbolo del régimen de Hynkel es la "doble cruz" (parodia de la esvástica nazi), y Hynkel pronuncia sus discursos en un idioma macarrónica, imitación del alemán.
REPERCUSIÓN HISTÓRICA:
Ray Bradury
dijo de tras ver esta película que - La comedia es la mejor forma de
atacar un régimen totalitario. Desgraciadamente tanto la historia, como
Charles Chaplin, se han encargado de quitarle la razón. Ningún régimen
totalitario ha caído a base de carcajadas y el propio Chaplin dijo que si
hubiera conocido todos los horrores que causó el nazismo nunca habría sido
capaz de hacer esta película. Afortunadamente no los conocía en 1939, porque su
película es el mejor alegato que se ha hecho hasta la fecha contra toda forma
de totalitarismo.
No está muy
claro cuando se le ocurrió la idea a Chaplin de realizar "El Gran Dictador". En 1931 visitó Berlín y allí parece ser que
hubo algunos camisas pardas que le insultaron. En 1934, con Hitler ya en el poder, se publicó un panfleto nazi que
describía a Chaplin como un asqueroso saltimbanqui judio. Un amigo
le envío una copia del panfleto que se supone le inspiró. Fue el director
Alexander Korda quien le hizo a notar a Chaplin la gran cantidad de similitudes
que tenía con Hitler, y no sólo en su aspecto externo. Ambos habían nacido en
el mismo año y en la misma semana de abril. Ambos habían tenido infancias
difíciles, ambos habían tratado de abrirse camino en el mundo del arte (uno
fracasó) y ambos al final habían conseguido un gran éxito en aquello a lo que
se dedicaban. En 1938 parece que Chaplin tuvo una conversación con un escritor
rumano sobre la idea de parodiar a los dictadores fascistas. El tal escritor le
demandó por plagio en 1947 exigiéndole medio millón de dólares, aunque acabó
conformándose con 95.000.
El caso es
que a mediados del año 1938 Chaplin comenzó a buscar fondos para la película,
pero al parecer no había mucha gente a la que le hiciera gracia producir una
parodia sobre el nuevo dictador alemán. Chaplin tuvo que desembolsar 1,5
millones para su realización. Y comenzaron los problemas. El gobierno de
Chamberlain le hizo saber que su película sería prohibida en el Reino Unido,
pues iba en contra de la política de apaciguamiento. Sin embargo también
comenzó a recibir apoyos, incluidos el del propio Roosevelt. La película
comenzó a rodarse en septiembre, una semana después de haber estallado la segunda Guerra mundial, y su rodaje finalizó seis meses
después. Durante el montaje sucedió la CAñida de Francia, así que Chaplin cambió el final en el que se veía a
los soldados de Tomainia que abandonaban un desfile para realizar una danza
popular, por el apasionado discurso en el que proclama la democracia y la
esperanza.
La película
fue estrenada el 15 de octubre de 1940 en los USA y en diciembre llegó a Gran
Bretaña. En Francia, como en muchos otros países ocupados, no pudo ser vista
hasta el año 1945. Se sabe que Hitler la vio en más de una ocasión en pases
privados y según Reinhard Spitzy le gustó, aunque Chaplin dijo que hubiera dado
todo lo que poseía por saber su opinión. El propio Albert Speer la definió como
el mejor documental sobre el régimen nazi. En España no se estrenó hasta
después de la dictadura y en Italia no se pudo ver completa hasta que murió la
viuda de Mussolini. Fue la primera película sonora de
Chaplin, y su mayor éxito.
En el
aspecto cinematográfico podríamos destacar todos los fotogramas de esta cinta.
Es impresionante la cantidad de temas que toca: la Primera Guerra Mundial, el
antisemitismo, los heridos de guerra, los campos de concentración, las
relaciones internacionales, la megalomanía, la demagogia, el populismo, y sobre
todo, que uno debe de luchar por la libertad y por sus derechos si los quiere
conservar.
Chaplin dijo
de Hitler que éste era uno de los más grandes actores que había visto. En mi
opinión no iba nada desencaminado. El talento de Hitler se manifestó en su
capacidad de manipular a las masas, tal y como hacen algunos actores. Por eso
creo que Chaplin consiguió con el famoso discurso final de esta película la
interpretación más cercana a la del "Hitler demagogo". Porque tanto
Hitler como Chaplin se dirigen al público que les está viendo con el ánimo de
convencerles para luchar, aunque el contenido del discurso de uno y del otro
son diametralmente opuestos. El primero pide que se luche y muera por el Reich,
el segundo por la libertad y la democracia.
Todos
tenemos nuestro gag y momento preferido de esta película. Los
más conocidos son el discurso de Hinkel endeustchemacarronic, los
investos disparatados, el encuentro entre Hinkel y Napaloni, etc. En mi caso,
mi gag preferido sigue siendo la danza del globo, pero el
momento que más me emociona es una pequeña secuencia que hay justo antes del
discurso final. El barbero sube lentamente las escaleras de la tribuna y en el
muro se lee en letras grabadas en la piedra la palabra "Libertad".
PELÍCULA:
Artículo de : Asier Menendez Marín.
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