La herencia, los
descubrimientos y las conquistas sentaron las bases de la primera potencia
global, la monarquía de los Hasburgo en España darían el pistoletazo de salida
para esa visión global del mundo bajo una sola dirección.
El Joven Carlos de
Hasburgo nace en el 1.500 y es heredero de los reinos Europeos sobre los que
sus abuelos tenían derechos de sucesión, esta fantástica alineación dinástica
cambiaría la historia del mundo y muy favorablemente para España.
Carlos I gestó un plan
espectacular. Y la monarquía global
extendió su poder sobre tres continentes, extendiendo su poder a los cinco posteriormente. Esa visión a
gran escala convirtió a España en la precursora de la era de los Imperios
situándola a la cabeza del mundo moderno.
Castilla, Aragón, Borgoña y el Sacro Imperio
Germánico Romano fueron los reinos dejados en herencia, a Carlos I, se le
concedió el ducado de Borgoñón ( compuesto por el Condado Franco, Los países
Bajos y Flandes, luego vendrían las
corona de Castilla y Aragón ). Carlos I
junto con sus asesores idearon una maniobra muy poco legítima, proclamando en 1516 en Bruselas como rey de ambas coronas, aprovechando los derechos
dinásticos de su madre Juana la loca.
Tras este golpe de
efecto Carlos I ya podía contar con una corona de prestigio que le dio la
posibilidad de aspirar al título de emperador ( o rey de los Romanos ), para
obtener este título tuvo que someterse al sistema electivo con su máximo rival
Francisco I de Francia, pero para su suerte los príncipes electores eran mas
favorables a los Austrias, eso sí, acompañado de una gran cantidad de donativos
que ascendieron a 850.000 florines, una verdadera fortuna incluso para un reino, consiguiendo su objetivo de ser nombrado Emperador.
Con el nuevo título
de Emperador y la herencia adquirida anteriormente, hizo de Carlo I un
monarca a tener en cuenta. Sus reinos se asentaban en tres grandes puntales, el
primero el control del Mediterráneo gracias a los territorios marítimos de Aragón en Cataluña, Valencia,
Nápoles, Sicilia y Cerdeña, el Segundo a través del llamado Camino Español ,que
se extendía en el centro de Europa. y por Último el control de Atlántico
aportado por el descubrimiento del nuevo Mundo gracias a Cristóbal Colon. La
monarquía Universal entraba en juego.
Carlos V |
La gran variedad de territorios, habitada por culturas muy diferentes unas de otras, requería tener un nexo de unión. Bajo el estandarte de la religión, reunieron todas las gentes del nuevo imperio , convirtiéndose en adalides de la
cristiandad.
En esa enorme
comunidad católica la única gran ausente fue Francia, el siempre enemigo de los
Austrias.
Sevilla se convirtió
en el punto neurálgico del comercio con las Indias la gran metrópoli mercantil
, como si fuese la nueva Bizancio conectando ambos mundos, las Indias
reconvertirían pronto en el baúl de los tesoros del nuevo Imperio.
Por desgracia para
el Imperio el dinero tal como llegaba se iba, pues se tenía que cubrir las deudas
de la corona acarreadas por las numerosas guerras en las que se veía implicada. Cierto és que las victorias sobre Franceses y protestantes se decantaron en mayor
medida al lado Español, como también las victorias de Pavía en 1525 o la de Muhlberg
en 1547, pero todo ese enorme esfuerzo fue acosta de la bancarrota en las
arcas del Imperio.
Tras un agotamiento
constante debido a las interminables guerras Carlos I abdica en favor de su
hijo Felipe II que ya heredara todas las
posesiones de su padre, e incluso llegará aumentarlas, incorporando las islas Asiáticas
llamadas Filipinas en su honor, gracias a la anexión de Portugal a la corona
Española en 1580. Este es el momento en que se hará realidad la famosa frase (en mis dominios nunca se pone el
sol ).
Consciente de la
dificultad de poder mantener esa cantidad de territorios Felipe II renuncia al
título de Emperador, esta actitud no es debida a que no poseyera la misma
mentalidad de su padre de Imperio, pero Felipe II anhelaba reeditar la unión de
la península Ibérica, sueño que logro uniendo Portugal como hemos citado anteriormente.
Nuevamente Felipe II
optó por estar vinculado a la iglesia, siendo su mayor valedor. En 1566 Felipe II le escribe al Papa en
referencia a las guerras de fé en las que se ve envuelto en todos sus dominios
de Flandes en la que dice, ( Antes de sufrir la menor quiebra del mundo en lo
que de la religión y del servicio de dios, perderé todos mis estados y cien
vidas que tuviese, porque yo ni pienso
ni quiero ser señor de Herejes ).
Esta divisa sería
clave en muchos de los movimientos de la política exterior Castellana, cosa que
mantendrá con mano dura,mandando al Duque de Alba a aplacar la rebelión de los Calvinistas Neerlandeses, o inmiscuirse
en los problemas de sucesión Franceses. Y así evitar que el príncipe de
Navarra acabara siendo el soberano del
gran estado rival de la monarquía española.
Flandes se
complementaba muy bien económicamente con Castilla, gracias al comercio de la
lana en bruto que se exportaba desde burgos que eran convertidas en tejidos en
las manos de los artesanos de Flandes y
vendidas en todo el mundo, pero a la postre la incapacidad de gestionar los
problemas de Flandes sería uno de los principales factores de la
decadencia del Imperio español.
El problema de
Flandes nunca fue solo el religioso, arranca con la postergación de los nobles de mas postín de los países
bajos, ninguno de los cuales fue escogido
por Felipe II para formar parte del congreso real, esa falta de integración
sería a la postre lo que arrastraría a la insurrección.
Flandes era un
problema tan grande que parecía que nunca acabaría, incluso las ejecuciones del
Duque de Alba fueron suficientes para poder controlar los levantamientos .Felipe II como primera intención al llegar al poder , intentó guerrear menos que su padre, pero no pudo evitar el mismo destino.
El imperio Otomano
fue otro punto de conflicto en el que se resolvió en la batalla de Lepanto al
mando de la Liga Santa dirigida brillantemente por Juan de Austria hermanastro
de Felipe II.
Otro frente se abrió
con la rivalidad de Inglaterra ( Isabel I reina
Inglesa estuvo casada
anteriormente con Felipe II ),
intentando evitar que se convirtiera en una nueva potencia.
Finalmente se vería
obligado a formar una gran Armada con la misión de invadir Inglaterra para
conquistarla. Al mando de Don Álvaro de Bazán, el Marques de Santa Cruz, un gran
almirante que desgraciadamente fallecería de tifus y que fué sustituído por el Duque
de Medina Sidonia, que carecía de experiencia Naval. Esto junto con los
elementos climáticos adversos, ocasionó en gran manera el fracaso de la empresa.
Armada Invencible |
Felipe II también
tubo que declarar tres veces la quiebra o suspensiones de pago en 1557, 1575
y 1596 llegando a superar las de su padre. Entre 1562 y 1620 se vivió un
pequeño repunte gracias al descubrimiento de unas minas en Huancavelica en el
Perú en los que se lograron unos niveles de extracción sin parangón. Los reinos
Americanos fueron realmente el sustento del imperio que mantenía los
constantes conflictos en Europa, pero
por desgracia el oro de América no sería suficiente.
Con el consiguiente
ascenso de Francia como potencia
hegemónica, el conde Duque de Olivares intentara copiar el modelo absolutista
de los Borbones, pero tendrá muchos problemas internamente y la derrota en la batalla de Recroi en 1643
a pesar de la imagen de los últimos Tercios resistiendo a pie firme, a la
caballería gala, del Duque de Enghie. Dicha derrota brindo el cambio de
liderazgo en Europa.
A pesar de las posesiones de América del sur, el absolutismo de Fernando VII, desencadenó la independencia del territorio en la segunda década del siglo XIX. Para entonces el imperio Español, no era más que una pálida sombra. Con unas costuras reventadas por una embergadura excesiva que ningún governante supo adelgazar.
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