SINOPSIS:
Adaptación del texto teatral homónimo de Azorín. En 1808, las tropas napoleónicas invaden un pueblo de la Sierra de Madrid. Trío amoroso entre una muchacha, un líder guerrillero y un oficial francés del que la chica se enamora.
COMENTARIOS DE LA PELÍCULA.
TRAILER:
"La guerrilla" es la
adaptación cinematográfica de la obra de teatro homónima escrita por Azorín. Al
parecer éste la escribió con un marcado carácter pacifista y de denuncia de la
situación que estaba atravesando España en esos momentos, advirtiendo los males
que podrían causar las guerras. La obra se estrenó en enero de 1936 y como la
historia posterior demostró, no le hicieron mucho caso.
En 1971, Rafael Gil
se planteó el llevarla al cine ya que se cumplía el centenario del nacimiento
del escritor. Gil es quizás el único director español que se especializó en la
dirección de películas de carácter histórico. Desgraciadamente la calidad de
sus producciones no pasa de la mediocridad y "La guerrilla" no es la
excepción. Según un estudio crítico conserva varios de los aspectos de la obra
original, pero el director también incluyó elementos de cosecha propia.
Así, aunque la trama
teatral gira en torno al romance entre un oficial francés y una aldeana
española, en el film gran parte del protagonismo cae en el personaje de
"El Cabrero" interpretado por Francisco Rabal. También modificó el
carácter de otros personajes, como el del secretario del ayuntamiento convirtiéndolo
en un cobardica (Jose Nieto), o endureciendo el personaje del alcalde (Fernando
Sáncho). Pero uno de los grandes errores de esta película es que el romance
descansa en las pésimas interpretaciones de Jacques Destoop y "La
Pocha", que era la folclórica de turno. Otro gallo hubiera cantado si el
papel se lo hubieran dado a la jovencísima Charo López. Y es que Charo se come
por completo a "La Pocha" cada vez que salen ambas en pantalla.
Si las
interpretaciones de la pareja protagonista hubieran sido el mayor de los
problemas la película aún habría tenido un pase. Pero es que el resto es mucho
peor. La ambientación es cutre. La escena del combate entre los guerrilleros y
las tropas napoleónicas es deleznable. Los mosquetes y trabucos parecen armas de
repetición y la secuencia tiene todos los defectos del spaguetti-western más
barato. Y lo de los ingleses en calesa por las tierras de España ya es para
llorar a moco tendido de lo mal hecho que está. Pero lo realmente insufrible es
la banda sonora. No sólo resulta inapropiada sino que además te hace pensar en
que el maltrato de la música clásica debería estar castigado por el código
penal.
En comparación,
cualquier episodio de "Curro Jimenez" parecería una obra maestra de
John Huston al lado de este esperpento.
Artículo de - Asier Menéndez Marín.
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