CURIOSIDADES:
Cuando
un gran jefe celta de Galia, de la tribu de los atrebatos, se puso al servicio
de Julio Cesar. Sin embargo, se rebeló ante este cuando un oficial romano le
traicionó y se lo reprochó delante de mucha gente, y luego le golpeó. Esto le
puso en la picota pues se consideraba un delito muy grave, por lo que tuvo que
huir en un veloz caballo. Conectó con un ejército local rebelde a Roma debido a
sus dotes, y pronto, sería nombrado jefe del mismo, un numeroso grupo de
celtas. Estos fueron peleando con uñas y dientes contra los romanos, numerosas
batallas tras sus espaldas para defender el orgullo, los familiares muertos y
la libertad. Pero esta bravura no les fue suficiente, fueron empujados hasta la
costa noroeste y si vieron obligados a navegar hasta la Britania.
Al
llegar a la isla se toparon con hijos de los celtas belgas, ya instalados. Comn
y los suyos tuvieron los arrestos para establecer un pequeño reino, que viviría
en paz durante tres generaciones y vería el mando de tres reyes, descendientes
de este Comn.
CARADAWC |
La
forma de vida celta se fue extendiendo por la isla sin la presencia romana.
Esta influencia sería fuerte en la parte sur de la isla, limitada en el norte
desde el canal de Bristol al Wash, donde se erigieron unas 70 villas,
compuestas de ganaderos, pescadores y campesinos. Pero, preocupados en su
quehacer cotidiano, no fueron capaces de desarrollar una flota para defenderse.
Los enemigos podían venir del mar y no lo tuvieron en cuenta.
Así,
una primera expedición romana llegó a la isla en los tiempos de Calígula, pero
fueron repelidos por las fuerzas de los celtas de Cinobelinus. Varias derrotas
sufrieron entonces los romanos, hasta que aprendieron las costumbres de las
islas, y se sirvieron del pretexto de detener a dos desertores, los locales les
permitieron establecer una guarnición.
Esta
cabeza de puente pasados tres meses permitió arrancar un plan de invasión
firme. Los jefes celtas intentaron frenar a los romanos, pero muchos de ellos
murieron en el campo de batalla y otros acabarían sus días por sus propias
manos, como hacían los antiguos galos cuando fracasaban ante el pueblo. Sin
embargo, uno de ellos se salvó, un tal Caraticus, gracias a su gran elocuencia
que dejó con la boca abierta a los representantes del senado en Roma, donde fue
conducido como prisionero.
Los
romanos establecerían una colonia en Camylodunum, se les fueron sumando
pequeños fuertes y guarniciones, y cada vez habrían más y más. Se detuvieron en
la isla de Alglesey, ante el gran santuario de los druidas en la Britania. Y
loa druidas alentaban la lucha contra los romanos y dieron cobijo a muchos.
Tras un asedio que duró varios meses, Roma ganó la plaza. No les fue una
conquista fácil, pues ante un gran despliegue de fuerza romana siempre había un
caudillo celta que sublevaba a varios núcleos celtas, pero al final sucedió lo
inevitable y sucumbieron. Sin embargo, el espíritu celta era de combatir ante
la menor ocasión.
Sobre
el año 50 estalló una sublevación general que puso en grandes apuros a los
romanos. Su caudillo fue Caradawc, y convenció a los suyos que podían batallar
hasta obtener una segura victoria final tras unas pequeñas victorias seguidas.
No obstante, sufrió la traición de Cartinmandua, la reina de los brigantes que
ansiaba el apoyo de Roma y cobrar la recompensa por la cabeza de ese jefe
celta. Aunque este fue parado, todavía quedaban focos de resistencia en la isla
como el de Mona, una isla sagrada para los celtas, dónde vivía un núcleo de
druidas. Allí las tierras eran muy fértiles, un famoso santuario que dieron
cobijo a numerosos celtas que huían de Roma. Se eligió como jefe de la
resistencia al brigante Venusio, que había repudiado a Cartinmundua por su
traición. La isla aguantó el asedio romano durante muchos meses, hasta que
Suetonio decidió usar todas sus legiones, sabiendo que era el momento clave
para conquistar la Britania. Usó una estrategia consistente en abandonar las
guarniciones situadas en la costa, delante de Mona, y esperar como dos semanas,
de forma que los celtas tuvieran la sensación de que el ataque había sido
abandonado definitivamente. Los espías romanos, comprobaron que las defensas
fueron abandonadas y dieron el aviso a los suyos. Era el momento de golpear
Mona sin piedad aprovechando que el santuario celta estaba celebrando unas fiestas
religiosas. Corrió la sangre formando ríos por la plaza. Los romanos
exterminaron a toda la población, y a los cadáveres de los druidas se los
degolló, y luego, sus cabezas fueron arrojadas al mar, porque era creencia que
esta acción impediría la resurrección en otro mundo.
Cuando
el resto de los celtas se enteraron de lo sucedido, se alzaron en armas. La
reina Boadicea se puso en cabeza de esta nueva sublevación, con el propósito de
infringir venganza ante Roma. Varias plazas romanas fueron arrasadas y sus
habitantes sacrificados o degollados ante la diosa Andrasta. Pero los celtas
cometieron un error tremendo, no estudiaron el terreno donde iban a enfrentarse
con dos legiones romanas, este era muy pedregoso con lo que impedía las
maniobras a los carros celtas. En cambio, los jinetes y arqueros romanos se
podían prosperar por el terreno, y para los romanos fue como ir de caza y a
pesar de la gallardía, heroísmo y pundonor que hicieron gala los celtas, que
siempre iban desnudos y sin temor a la batalla. Ante lo evidente de la derrota,
la reina celta se suicidó con veneno. Fracasó ante el pueblo y se sacrificó.
REINA BOADICEA O BOUDICA |
En
meses venideros, los celtas fueron formando grandes batallas defensivas, a las
que unieron los brigantes y los siluros. Pero fueron diezmados poco a poco
debido a la mejor preparación que atesoraban los romanos en combate en todo
tipo de situación y clima. Además, los romanos, igual que en la Galia, usaron
un cuerpo de espías y sobornadores, que demostró su valía para expandir el
imperio por aquellas islas.
Así,
se puede afirmar, que tiempos de Agrícola, suegro de Tácito, Britania fue
conquistada. Corría el año 80. Aunque algunas regiones no fueron invadidas, las
de Caledonia y la parte central de Gales. Fue debido, probablemente, a sus
tierras montañosas, la desolación de las llanuras y a un clima terrible. Fueron
lugares que acogieron colonias irlandesas.
El
procónsul Agrícola usó la siguiente artimaña en sus propósitos, regalar y
vencer. Al tener sus arcas rebosantes en todo momento, se cuidó de construir
casas romanas, y sus moradores fueron jefes locales. También mandó erigir
escuelas, para los hijos de aquellos. Otra medida fue regalar joyas,
utensilios, ropaje y otros objetos provenientes del continente, que nadie
rechazó por su llamativo aspecto. Agrícola convirtió a las guarniciones en
ciudades. De esta forma la sensación en el britano de ser vigilado
constantemente disminuía. A esto se unió que las mujeres britanas, en concreto
las celtas, eran muy bellas con lo que se fomentó el matrimonio mixto. Llegaron
a existir 30 ciudades al estilo romano, cuyo nombre era precedido por Cair,
derivación de Castrum, y que denotan su origen romano. En ellas se hablaba el
latín y se vivía a la romana. Esto no significa que los britanos se latinizaron
como los galos, solo la aristocracia britana si lo hizo, el resto del pueblo
siguió con su lengua y costumbres.
AGRICOLA |
Pero
llegó el final de la presencia romana en la isla debido al empuje sajón y
anglo. Los celtas quedaron al merced de otras culturas de nuevo y se concentraron
en el país de Gales, Escocia y la isla de Man. También se establecieron en el
continente en un importante núcleo, el de Armórica, donde vivían unas tribus
hermanas. Poco más tarde, se produjo otra invasión, la de los misioneros
cristianos, eficaz e incruenta. Los misioneros convirtieron a los sajones y el
mérito de esta labor se atribuye a San Agustín y San Gregorio. Así, en el siglo
VII Britania, prácticamente, era cristiana. Esto supuso un golpe final para los
celtas que vivían fuera de Escocia y del País de Gales.
Se
sabe que Irlanda, había varias tribus celtas, como los pictos, bretones, belgas
y los goidelos. No sufrieron invasiones romanas, aunque al tener algún que otro
contacto vieron sus costumbres un poco cambiadas a nivel cultural. Ellos
crearon el reino de Tara. En esos tiempos en Irlanda estaba predicando un
cristiano, San Patricio. En esta época, van a nacer dos epopeyas irlandesas, la
de Ulster y la de Leinster, que nos hacen entender como la grandeza de la
cultura celta y su larga permanencia, e incluso modificaba lo que llegaba de
fuera de las islas como el alfabeto latino que lo adaptan al irlandés, que se
compone de 20 letras, y se basa más en sonidos que en escritura, debido a que
les repele las formas escritas. Los celtas también copiaron, en esta ocasión,
de los romanos la institución de un ejército permanente, al que nombró fianna,
que es elogiada en las dos epopeyas. Fue la única región celta que mantuvo un
ejército en tiempos de paz.
El
reino de Tara se creó en el año 483, a partir de cinco reinos anteriores. Luego
se dividió el gran reino en 7 regiones; Meath, Connaught, Oriel, Argialla,
Ulster, Leinster, Munster y Ailech. En eso que llega San Patricio, a pesar que
el cristianismo ya había llegado antes que él, y eso debió ser por el 470. Fue
un gran predicador siempre contrario a la esclavitud y a todo tipo de
sometimiento por la fuerza. Se dice que él mismo fue esclavo en Irlanda. El
predicó clara y directamente, y conocía todos los recursos de la lengua
irlandesa, con lo que conectó con el pueblo llano. Entre los irlandeses muchos
se convirtieron al poco de oírle, y los que no lo consideraban con respeto y
amistad. La conversión al cristianismo traería, sin embargo, más adelante la
invasión de 684, un paseo militar para el invasor, en tanto en cuánto, no
disponían los irlandeses de la fianna, el ejército permanente, seguramente por
el mensaje cristiano de paz.
Después
de San Patricio, vinieron más santos como Columbano que consiguieron colonizar
la isla. En eso que se fueron fundando numerosos monasterios y otros centros
religiosos., y lo que es más importante para lo celta, se comenzó a copiar
leyendas celtas. El pueblo irlandés amó lo que representaba San Patricio, que
amó tanto a la isla y sus tradiciones que estimó oportuno recuperar lo celta, y
gracias a esto, actualmente podemos disfrutar de historias fantásticas, muchas
de ellas dieron alimento a trovadores, más adelante a los grandes románticos, e
incluso a otros escritores que profundizan en el ciclo artúrico, sin olvidar
las influencias en Tolkien.
Por
ello se puede afirmar que la edad de oro irlandesa se estableció con la
presencia de San Patricio y duró unos tres siglos. En ese tiempo de paz y
prosperidad, en donde se mezclaba lo cristiano con lo celta, los celtas ya no hacían sacrificios, mantenían
sus viejas tradiciones y asistían sin problemas a la misa. Había pocas
batallas, y se llegaron a abandonar viejas guarniciones como Tara, que no eran
núcleos urbanos estrictos. A final del siglo VIII, la isla comenzaba a sufrir
el asedio de piratas escandinavos, que al final conquistaron Dublin, a la que fortificaron,
lo mismo que con otras ciudades importantes. En años posteriores, la isla se
convirtió en fuente de conflictos entre escandinavos, noruegos y daneses, que
eran llamados por el pueblo irlandés paganos negros, por su violencia, no por
su aspecto. Estos paganos negros no fueron vencidos hasta el año 1014 en la
batalla de Clontarf.
SAN PATRICIO |
Tras
la huida de los paganos negros, la ilusión colectiva, la cultura y las gentes
de Irlanda estaban muy diezmadas, y entonces los cristianos alimentaron un
movimiento cisterciense muy duro, que condujo al Papa Adriano IV a pedir la
intervención del rey de Inglaterra que dio a una nueva conquista; la normanda
que trajo una intranquilidad permanente de siglos. De esta forma cuando se establecían
los normandos, se revolvía la nobleza irlandesa, y así sucesivamente, con lo
que la paz no llegaba nunca.
Esto
se puede resumir en lo siguiente: “Esta fue la historia de los celtas; grupos
de tribus arias que tuvieron consciencia de su originalidad y cubrieron con sus
emigraciones la mitad de Europa. Fueron vencidos y se confundieron con nuevas
naciones. En las islas resistieron. Más tarde, debieron retroceder. Al
replegarse sobre sí mismos, se vieron asimilados parcialmente por el Imperio
Romano. Lo que sobrevivió a la caída de los Estados Célticos bretones
terminaría por ser absorbido por los normandos, los últimos germanos que
emigraron. No queda ya más que una pequeña nación indomable y vigorosa, en un
extremo de sus primeras conquistas, y tras ella, en Escocia, en el País de
Gales, en Bretaña francesa, comunidades de lengua céltica que han perdido el
carácter de naciones, pero no de individuos pertenecientes a la cultura céltica”.
Como
hemos comentado los monasterios irlandeses fueron muy importantes para la
transmisión de la cultura céltica, sobre todo en los collum cille, donde la
enseñanza era gratuita, aunque se exigía al alumno un pequeño trabajo; pesca,
copiador de manuscritos… en esos monasterios se fueron transcribiendo las
leyendas célticas. Tenemos el ejemplo del monasterio de San Gall donde se impartía
enseñanza de corte celta y donde se prefería la memorización de los textos que
la escritura de los mismos, tal como hacían los druidas con su alumnado. Entre
las leyendas celtas que se transcribieron destacan la Navigatio Brendani, donde
se cristianiza a un héroe págano, a Brendan, donde se cuenta que este en condición
de monje emprende un viaje por mar a la tierra de la Promisión, cuya existencia
ha sido revelada en un sueño. Es acompañado por varios monjes y marineros, y
este grupo se ve inmersos en conflictos y aventuras de diversa índole. Unos de
estos momentos es cuando se encuentran con Judas Iscariote, que se ha tomado un
respiro de sus trabajos en el infierno. También se detienen más adelante en una
isla para festejar al resurrección. Pero, sumidos en plena celebración se dan
cuenta que la isla es el lomo de una ballena. Muchos perecen en la huida, hasta
que Brendan y otros llegan a otra tierra donde pueden disfrutar de frutas
sabrosas y unos manantiales, cuyas aguas los adormecen. Hasta que finalmente,
llegan a su destino en la tierra de Promisión de los santos, y luego regresan a
Irlanda para que todos conozcan sus historias.
De
hecho esta historia fue muy famosa, e hizo creer a algunos cartógrafos de la
existencia de esa isla mítica que la incluyeron en sus mapas, e incluso se
pensó que los irlandeses descubrieron América, al creer que tal vez esas
tierras correspondían al continente.
BRENDAN |
Vamos
a presentar una hermosa poesía irlandesa:
“Noticias
traigo;
Brama
el ciervo, el invierno nieva,
El
verano pasa; el viento fuerte y frío,
Bajo
el sol, corto su cortejo,
Fuertes
los mares; helechos rojizos,
Forma
sesgada, el ganso salvaje eleva
El
grito acostumbrado; el frío queda cogido
En
las alas de un pájaro, tiempo de hielo;
Esto
oigo yo.
La
poesía celta está lleno de símbolos, que acaso entendieron los propios celtas.
Las frases suenan bellas, pero juntas para componer algo incoherente.
“Un
muro de bosque aparece por encima,
Y
dulcemente el mirlo canta;
Todas
las aves componen una melodía
Sobre
mi cabeza, mis libros y mis cosas.
Allí
canta para mí el cucú
En
la ciudadela de árboles con gris caperuza
¡Destino
de Dios! Que Dios me proteja,
Para
escribir bien bajo el gran bosque.
Se
conservan muchos relatos, que los monjes fueron transcribiendo y conservando en
viejas bibliotecas. A partir de aquellos se permitieron autores relatar unos
relatos populares, donde se fue moldeando a personajes como Fomoiri, Melesians,
Cuchulainn y mucho más. De esta manera la resurrección de los mitos celtas
ayudó al renacimiento de la literatura irlandesa, cuyos representantes más
destacados ha sido William Butler Yeats, Jonh Millington y Lady Gregory. Sus escritos fomentaron entre sus lectores la
unión de lo celta con un sentimiento patriótico.
Así
se puede corroborar al usarse a Cuchulainn como el principal símbolo por los
rebeldes irlandeses en la Pascua de 1916. Uno de sus cabecillas, el maestro de
escuela Padraic Pearse, lo usó también para impartir sus enseñanzas en gaélico,
el idioma del país que aún conserva muchos raíces celtas. En la puerta del aula
se encargó de colgar un figura de ese héroe mítico, con el fin de que sus
alumnos le imitaran dando pruebas de coraje y valor. Este profesor fue fusilado
por el ejército británico, después de ser condenado por su condición de jefe de
los rebeldes, sin duda, tuvo un destino heroico propio de Cuchulainn. Su
sacrificio y de otros no fue en vano, y unidas a muchas manifestaciones, llevó
a la independencia de Irlanda en 1937, luego de haber padecido este País, e
Inglaterra, una sangría de hombres.
CUCHULAINN Y SU CARRO DE BATALLA |
“Actualmente,
la herencia de los celtas, tan orgullosamente proclamada por los miembros del
renacimiento irlandés, está siendo examinada y estudiada por fin del modo que
se merecía. La historia no siempre ha tratado amablemente a los celtas. La
civilización occidental ha tendido a subrayar la enorme deuda que ha acumulado
respecto a las civilizaciones de Grecia y Roma, mientras que casi ha ignorado
la herencia celta.”.
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