MISTERIOS DE LA HISTORIA:
En
el septiembre de 1968, un tal doctor Mason Balantyne, arqueólogo submarino, se
encontraba nadando en la costa de Bimini norte en las Bahamas. Estaba a unos
900 metros de la orilla, en una zona de tres metros de profundidad, cuando tuvo
la fortuna de atisbar centenares de rocas planas, de un metro cuadrado,
colocadas siguiendo un patrón regular. Fue lo que se denominó “la carretera de
bimini”, conjunto integrado por dos carreteras paralelas de piedra, situadas
sobre las dunas de la bahía de Bimini, adentrándose en la alta mar en dirección
sudoeste. Lo que es la sección occidental comienza formando un ángulo de 160º
con la playa, y se curva para volver a la costa. Esta parte curvada, de unos
100 metros, es una suma de grandes rocas finamente colocadas. Respecto a la
sección recta que va a la costa, mide unos 360 metros de largo por 60 de ancho,
y en su zona central no existen losas.
LOCALIZACIÓN ISLAS DE BIMINI |
Más
tarde, en 1974, un científico de los Estados Unidos, David Zink, comandó una
expedición hasta a aquel lugar. En su exploración encontró evidencias
significativas; bajo las rocas planas existían unas piedras más pequeñas que
parecían servir para nivelar el lecho marino, y las dos carreteras o caminos
poseen una serie de indicadores con forma de flecha. Parece que varias partes
de la carretera tienen piedras cortadas del mismo tamaño y dispuestas en
hileras, también algunas piedras cuadradas más pequeñas presentan lo que parece
un machihembrado en las juntas. Alrededor del conjunto hay trazas de micrita,
que se asocian con plomo y zinc y que no se hallan de forma natural en América.
Muchas de las rocas deben llevar mucho tiempo bajo el agua porque presentan
cantos redondeados por la acción de las olas, y se piensa que muchas de ellas
no son de origen caribeño. Hasta allá también se dirigieron para estudiar estas
carreteras, Jacques Cousteau y otros especialistas. Para la mayoría de ellos
estamos delante de una estructura de origen no natural.
Sin
embargo, el doctor Zink, iba a llegar a la idea de que la estructura formaba
parte de unos pilares destruidos de un templo que debió ser construido
alrededor del 28.000 a.c. por una civilización desconocida, los atlantes, que
con la ayuda de los extraterrestres habrían construido un complejo a base de
rocas de gran envergadura. Nos lo podemos tomar con deportividad.
BLOQUES RECTANGULARES DE PIEDRAS EN BIMINI |
Más
plausible es suponer, después de una meticulosa investigación, que una flota de
barcos con perforaciones bajo la línea de flotación que provocase la inundación
de varios de sus compartimentos. Sus capitanes mandarían hacer varar las
embarcaciones para realizar reparaciones en los cascos para evitar su
hundimiento y bombear el agua hacia fuera para preservar los alimentos. No
seria descabellado que los barcos dañados fueran remolcados por los sanos hacia
la orilla. Supongamos que esos barcos avistaron Bimini Norte, dirigiéndose
hacia allá. En 1421, el nivel de mar sería de una braza más bajo que el actual,
y las embarcaciones tenían un calado medio de unas dos brazas, según el lastre
que llevaran, se puede estimar que los barcos tomarían tierra a unos cinco
metros de agua, en el extremo de la carretera de Bimini en dirección al mar. La
sección de forma de “j” invertida en ese extremo se halla en la posición donde
hubiera varado un barco que hubiese rodeado el banco de las Bahamas y se
hubiera dirigido hasta Bimini Norte. Por tanto, como nos señala Gavin Menzies,
la carretera de Bimini no pudiera ser una rampa, hecha de piedra suave para
evitar producir nuevos daños a las embarcaciones para poder llevarlos a la
playa y también para poder reflotarlos? La sección curva pudo haber actuado
como plataforma giratoria. De esta forma haciendo varar uno de los barcos, la
quilla y el timón hubieran impedido que fuera arrastrado de lado hacia la
costa. Para luego hacer girar la gran popa del barco, encarando hacia la playa,
antes de arrastrarlo hacia la orilla por la parte de detrás. Gavin Menzies hizo
una prueba a pequeña escala; arrastró maquetas a escala de un barco del tesoro
de la flota china, y un barco de transporte de cereal por una carretera a la
misma escala, hizo girar las popas, el barco del tesoro finalizó en el tramo de
la carretera mayor, y el barco de transporte en el más pequeño. Las dos
carreteras poseían surcos por donde pasar el timón y la quilla de los barcos,
de forma que se podían arrastrar por la popa hasta la playa.
Los
juncos chinos transportaban miles de toneladas de piedra como lastre. También
llevaban armas de fuego con las que podían partir la roca y a bordo viajaban
canteros chinos que habían participado en la construcción de miles de
kilómetros en la muralla china. Así, cada embarcación podía contener unas 500
personas, y si el número de las mismas era el apropiado podían tener gran
cantidad de mano de obra para construir la estructura. Los chinos poseían más
de seis siglos de experiencia en construir diques secos por lo que ese trabajo
en la zona de producir recintos estancos de los que se extraían agua usando la
bomba espiral de Arquímedes que permitía trabajar por debajo de la línea de
flotación de la embarcación. En el período Ming los chinos incluso usaban ya
una especie de mono de buceo. Así, que los chinos colocaron piedras trabajadas
en el lecho marino. Al completar la rampa, los grandes barcos habrían tenido
que ser arrastrados de uno en uno hasta la orilla, sus timones y quillas
pasarían por el surco realizado a tal efecto. Obviamente, para arrastrar los
barcos, los ingenieros chinos habrían usado cableado y una variedad de
cabrestantes para el arrastre. Estos últimos poseían ruedas dentadas provistas
de dispositivos para evitar el movimiento de retroceso, y mecanismos de
transmisión diferencial, que permitían la impulsión por hombres o caballos.
LOS GEÓLOGOS EXPERTOS CREEN QUE SON FORMACIONES NATURALES LAS ROCAS DE PLAYA |
Sin
embargo, muchas de las piedras rectangulares no eran de la zona. El lecho
rocoso allí es blando, y las piedras parecían estar dispuestas con patrones
menos regulares que las piedras importadas. El material de cimentación de unión era diferente también. El doctor Zink pudo
descubrir que en una muestra había cristales de aragonito, y otra, de calcita,
lo que demostraba que las piedras adyacentes poseían diferentes rasgos físicos,
y que se habían formado, por tanto, en diferentes lugares. La única forma de
explicar esto es que muchas de las piedras fueran transportadas como lastre en
los juncos chinos. Zink, envió muestras al doctor Edward Sayre, al Brookhaven
National Laboratory en Long Island en los Estados Unidos, y después de un estudio
dijo que algunos bloques cuadrados más pequeños estaban hechos de una mezcla de
caliza y arenisca, y que cada bloque de construcción tenían un machihembrado
que permitía la unión con otro de al lado. La explicación, si en un lecho
marino no parece ser necesario esto, es que el amachambrado existiera para
poder unir formando un cerco alrededor del lastre situado en el fondo del
junco, para preservar que las piedras grandes se movieran cuando el mar estaba
embravecido dañando el casco. Debemos pensar que la manga de un junco es muy
ancha respecto a la eslora, con fondo plano, es necesario un importante lastre.
Era perfectamente normal que unas quinientas toneladas de lastre en ellos, 30
para cada uno de los 18 compartimentos estancos.
De
esta forma, según Gavin Menzies, un junco o más, pudieron chocar contra la
costa, el casco se daña, y unas cuantas piedras de las llamadas de construcción
que forman el lastre caen al fondo del mar; que formaría la primera parte de la
carretera. Para aumentar el flotamiento
del junco fue menester lanzar más piedras al lecho marino usando piedras largas
como correa de transmisión situadas debajo de ellas, unidas mediante sogas en
cada uno de sus extremos. Las piedras de
origen no caribeño se encuentran en la zona de Yangzi y podría haber sido
extraídas y talladas en las canteras Ming al este de Nankin, en China, que es
donde se construían los barcos del tesoro chino. Los llamados bloques de
construcción que hay en el lecho marino son cuadrados y miden un chi; 32 centímetros
de lado, y la mezcla de arenisca y caliza usada abunda también en Yangzi. Y la
micrita presente no se comercializaba en 1421, pero se encuentra de forma
natural en toda la cuenca alta del
Yangzi en abundante cantidad junto el zinc y el plomo. En el Yangzi medio, a
corta distancia al oeste de Wuhan, a 650 kilómetros rio arriba de Nankin ha
habido un trasiego constante de estas mercancías y el emperador Zhu Di hizo
servir grandes cantidades de cobre para construir Wuhan, y entre sus monumentos
que acualmente se pueden visitar destaca la sala dorada en el pico de la
columna celeste realizada íntegramente de cobre dorado. Los yacimientos de
cobre y su posterior producción manufacturera en Wuhan van a resultar de
importancia en la época del emperador como demuestra la construcción de un
canal entre la mina de Changba y la de Yangzi. Con los minerales de zinc y
cobre extraídos de las minas, los ingenieros chinos de Nankin cubrían las
necesidades de fabricación de latón para los pernos que mantenían juntos los
compartimientos estancos de los juncos. La micrita residual del cobre y el zinc
iba a usarse para compactar el lastre de piedra de los barcos.
JUNCO CHINO DE GUERRA |
En
1989, Raymond E. Leigh, un agrimensor que participaba en la expedición del
doctor Zink, sobrevoló Bimini realizando mediciones en infrarrojo del extremo
suroriental de la isla, justo en el extremo opuesto donde la rampa alcanza la
orilla. Pudo descubrir cuatro montículos de arena rectangulares, uno de ellos medía
150 metros de largo y 90 metros de ancho. Por su tamaño y forma bien pudieran
ser los cascos de algunos juncos sepultados. El doctor Zink descubrió por su
parte otros montones de arena en la playa cerca de la rampa. De hecho a raíz de
esto Gavin Menzies ha entablado conversaciones con el gobierno de Bahamas en el
2003, estimándose muy largas para obtener autorización para poder realizar
excavaciones arqueológicas en la zona.
Así
mismo, el mismo Menzies ha llegado a la conclusión de que cuatro juncos se
pudieron hundir delante de Bimini Norte, otros cinco habrían sido abandonados
en Bimini Sur, y los restantes habrían sido reparados y reflotados. Obviamente,
las personas a bordo de los juncos abandonados habrían tenido que desplazarse a
las islas. El resto habría regresado a China con el resto de la flota de la
zona. Probablemente, cuando los recursos alimentarios hubieran sido insuficientes
para la población abandonada a su suerte en Bimini, estos habrían tenido que
realizar pequeñas embarcaciones con los restos de las embarcaciones para poder
emigrar a Cuba a 180 kilómetros al sur, o bien, hasta Florida. Si esto es así,
pudiera ser que la expedición de Colón se hubiera topado con ellos: “En el
verano de 1494, en el segundo viaje de Colón, este ancló sus barcos en Cuba,
junto a un hermoso palmeral, para abastecerse de agua dulce y madera. Mientras
el grupo que había desembarcado cortaba madera y llenaba sus barriles de agua,
un arquero se internó en la selva en busca de caza, solo para regresar unos
minutos después relatando una experiencia desconcertante y terrible… Se había
tropezado con un grupo de unos treinta indios muy bien armados… en compañía de
los nativos había tres hombres blancos. Los hombres blancos, que llevaban
túnicas blancas que les llegaban hasta las rodillas, divisaron inmediatamente
al intruso… uno de ellos se dirigió hacia el cazador y empezó a hablar”. Según
la cita de Washington Irving. Parece que Colón envió un segundo grupo tras
aquellos cuando volvió el primero a informar, pero no los volvieron a ver. Esa
descripción de hombres blancos vestidos con túnicas blancas que llegan hasta las
rodillas, según nos cuenta Menzies, es similar con las de las poblaciones de
México de Jacutácato y la tierra de Arhem en Australia que se daba a los
extranjeros que desembarcaron en sus costas. Según Hernando Colón, Colón llegó
a decir que estos hombres provenían de Mangon en la China, y que ellos habrían
llegado a las costas de Asia. Según Menzies, en su trabajo de exploración e
investigación por donde pasó la flota china se encuentra relatos parecidos; el
enviado español Don Luis Arias relataba en el Siglo XVI historias de gente
blanca con ropas de color blanco que cruzaron el Pacífico tras zarpar de lo que
hoy en día es Chile. También un sacerdote jesuita, el padre Monclaro, que
participó en una expedición portuguesa en el África oriental en 1569, describe
a los habitantes de Pate como descendientes de marineros chinos naúfragos, que
es reforzado por su escrito sobre el “quilin” la jirafa que fue regalada al
emperador Zhi Di. Mientras que los aborígenes de Australia de la tribu de
Yangery, que viven junto a un barco de caoba, afirman que unos hombres
amarillos vestidos con largas túnicas se habían establecido junto a ellos.
TÚNICA CHINA MEDIEVAL LAS HABÍA DE MÁS COLORES APARTE DE BLANCO |
Si
bien no se puede asegurar que esta teoría sea cierta hasta que las autoridades
de las Bahamas den su visto bueno a prospecciones arqueológicas en la zona y se
pueda probar que hay juncos chinos enterrados. En caso de confirmarse, sería un
descubrimiento de inmenso valor. A día de hoy no tenemos constancia desde el
Legado de la historia que esto haya sucedido.
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