RECOMENDACIÓN:
SINOPSIS:
En el año 180, el Imperio Romano domina todo el mundo conocido. Tras una gran victoria sobre los bárbaros del norte, el anciano emperador Marco Aurelio (Richard Harris) decide transferir el poder a Máximo (Russell Crowe), bravo general de sus ejércitos y hombre de inquebrantable lealtad al imperio. Pero su hijo Cómodo (Joaquin Phoenix), que aspiraba al trono, no lo acepta y trata de asesinar a Máximo.
COMENTARIO DE LA PELÍCULA:
Son muchos los que critican a "Gladiator" en
varios de sus aspectos. Y no voy a ser yo el que les niegue la razón. De
Historia tiene tan sólo lo imprescindible para hacer un buen atrezzo. Se abusa
de los efectos digitales. El guión es un refrito de otros guiones anteriores
pertenecientes a grandes clásicos, está lleno de lagunas y es de un maniqueísmo
insultante, etc, etc, etc. Pero son muchos más los que la consideran una gran
película que tuvo la virtud de resucitar el cine de romanos treinta y seis años
después del fiasco de "La caída del Imperio Romano".
En mi opinión, esta notable película épica palidece
cuando se la compara con "Espartaco" y "Ben-Hur", las dos
joyas de la corona de dicho género. Si hablaramos en términos gastronómicos,
estaríamos comparando una hamburguesa con un solomillo. Sin embargo a veces a
uno le apetece comerse una hamburguesa y disfrutarla si está bien hecha. Y hay
que reconocer que el avispado Ridley Scott nos sirve una sabrosa hamburguesa de
las buenas. Supo contentar al público y hacer bien las cosas desde el punto de
vista de la productora. Si el objetivo era conseguir un éxito cinematográfico a
escala mundial y ganar un montón de pasta, "Gladiator" lo consiguió
con creces.
Fue el cuadro Pollice Verso lo que inspiró a Ridley Scott
para realizar esta producción. Inicialmente se intentó dar el papel
protagonista a Mel Gibson, pero lo rechazó. Así que el personaje de Máximo fue
a parar al australiano Russell Crowe, famoso tras su interpretación de policía
en "L.A. Confidential". Joaquin Phoenix le daría la replica como el
malvado y retorcido emperador Cómodo. Para el resto del reparto Scott contó con
viejas glorias que dieran prestigio a la cinta y que interpretasen a personajes
cruciales. Así tenemos a Richard Harris en el papel del emperador Marco
Aurelio, a Oliver Reed en el del lanista Próximo, y a Derek Jacobi,
protagonista de "Yo, Claudio" en el papel del senador Graco. Para los
secundarios que debían ser los fieles amigos del protagonista contó con Djimon
Hounsou en el papel de Juba, un trasunto del Draba de "Espartaco". La
escasa presencia femenina se reduce a la actriz Connie Nielsen. La épica banda
sonora, en la que destacan la presencia de voces femeninas fue compuesta por
Hans Zimmer y Lisa Gerrard.
¿Por qué considero que "Gladiator" es una
hamburguesa? Porque como ellas está formada de tres ingredientes básicos, en
este caso las tres películas de romanos que he mencionado antes:
"Espartaco", "Ben-Hur" y "La caída del Imperio
Romano" y está preparada para su consumo rápido y sin que el comensal
piense demasiado en lo que deglute. La trama vuelve a situarnos en el año 180
DC, con Marco Aurelio luchando contra los germanos. Otra vez encontramos a un
capaz general, esta vez de origen hispano y llamado Máximo, que será victima de
las intrigas del cruel Cómodo en su ascenso al trono imperial. Sin embargo esta
vez no hay sutilezas ni soliloquios. El malo es un parricida que no se anda con
chiquitas a la hora de eliminar a sus oponentes y a sus familiares cercanos.
Así que ya tenemos el leitmotiv del protagonista que se resume en la siguiente
frase: Me llamo Máximo Décimo Meridio, comandante de las legiones del Norte,
..., y alcanzaré mi venganza en esta vida o en la otra - Y para que dicha
venganza sea espectacular nada mejor que hacerle un gladiador y ponerle
minifaldita para conseguir arrancar suspiros de las féminas. En cuestión de
unos cuantos meses, Máximo conseguirá vengarse, alcanzar el martirio, acabar
con el cruel Cómodo y volver a reinstaurar la Républica Romana devolviendo el
poder al Senado.
¡Eso es un héroe y lo demás tonterías!
Reconozco que fui a verla con una cierta aprensión. Pero
cuando vi la secuencia inicial de la batalla en Germania casi me levanto a
aplaudir. Por vez primera veía en la pantalla grande a un ejército romano en
formación de batalla que no parecía un grupo de extras disfrazados. Incluso se
veían a tropas auxiliares uniformadas de manera distinta a los legionarios. Y
las cohortes avanzaban en formación cerrada, hombro con hombro y no como si
fuera un paseo por el campo. Es cierto que la recreación no era perfecta y
tenía sus fallos: la caballería romana sale con estribos y el general en jefe
nunca cargaría al frente de ella, los legionarios no arrojan los pila al
enemigo y al final se acababa luchando en combates individuales y no en equipo.
Pero era la mejor recreación que había visto hasta ese momento superando a la
mítica escena de "Espartaco".
La espectacular batalla contra los
germanos se filmó en un bosque inglés que debía ser deforestado. Las llamas que
vemos no son efectos digitales, son auténticas, y el bosque quedó completamente
arrasado. Se tardó 20 días en filmar dicha secuencia y se utilizó una técnica
cinematográfica similar a la usada para las escenas de acción de "Salvar
al soldado Ryan". Después de la batalla empecé a interesarme por la
historia, pero comprendí que estábamos delante de una película-espectáculo made
in Hollywood y no de una película-seria, así que deje descansar al cerebro en
la butaca de al lado y me dispuse a disfrutar de los fuegos de artificio. Y doy
fe de que disfruté un montón.
A pesar de que se utilizaron grandes decorados para
algunas de las escenas, la película utilizó con profusión los efectos
digitales, incluso para "revivir" al actor Oliver Reed, que murió de
un ataque al corazón durante el rodaje. Se cuenta que cuando Scott vio el
Coliseo Romano le pareció pequeño, así que recreó digitalmente una Roma
Imperial grandiosa basándose en los bocetos dibujados por Albert Speer para el
Berlín del Reich de los Mil Años. En las escenas del Circo se llegaron a usar
unos 2.000 extras, pero la sensación es de 40.000 personas. Scott utilizó un
viejo truco ya usado en "Ben-Hur". Sólo las filas cercanas a la arena
están ocupadas por personas reales, mientras que las filas posteriores son
rellenadas con "maniquíes digitales".
El presupuesto final del la
película superó los 100 millones de dólares. Dicha cantidad se amortizó en tan
sólo en las dos primeras semanas de taquilla. Al final de su exhibición en
cines había ganado un total de 457 millones de dólares.
Hay muchos gazapos y errores históricos. Uno bastante
curioso es que en la versión inglesa Máximo dice que es de "Trujillo"
(sic), el nombre moderno de la romana Turgalium. Quizás lo hicieron para crear
una especie de paralelismo con Francisco Pizarro.
En la versión española se
decidió que Máximo dijera que era de Emerita Augusta, la actual Mérida. En el
aspecto cinematográfico un gazapo muy llamativo es que el personaje del
fortachón de Hagen es resucitado para la ocasión de transportar el cadáver de
Máximo. Supongo que cada uno de los espectadores tendrá su gazapo preferido de
esta película. En mi caso el que más me divierte es la increíble cabalgada de
2.500 kilómetros que hace desde Germania hasta la actual Extremadura en un par
de días. Y es que ya no se hacen caballos como los de antes.
Pero hay que reconocer que la película tiene muchas más
virtudes que defectos. Es entretenida, es espectacular y consiguió resucitar el
interés por el género histórico. Si no hubiera sido por ella es probable que no
se habrían realizado otras producciones modernas, buenas o malas, sobre la
Historia Antigua. El historiador Allen Ward la definió como la mejor y la peor
de las películas sobre la Antigua Roma. Creo que coincido
con él.
TRAILER:
Artículo de- Asier Menéndez Marín.
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