CURIOSIDADES EXPRESS:
El
emperador Sui inauguró el gran canal en el año 605 d.c. y la comitiva imperial
que lo acompañaba llegó hasta los 96 km. El canal tenía una anchura de 40
metros y una longitud de 2.700 km, que permitía unir las regiones de Chang´an y
Lyoyang con la región de Beijing y Hangzou, al norte y al sur. Pero es que
paralela a esta infraestructura estaba la calzada imperial, que cada cierta
distancia, estaba equipada con puestos de descanso, talleres de reparación y
gigantescos silos. Todo ello estaba comunicado con una red de lagos y ríos, que
dio al nacimiento de una importante vía de transporte por medio fluvial única
en el mundo, con unos 50.000 km de curso navegable transitados por una flota
que hasta entonces no había sido vista en el mundo. Para contruir estas
infraestructuras se necesitaron más de un millón de personas y el coste global
de tan magno proyecto fue tan inmenso que precipitó la caída de la dinastía Sui
12 años más tarde.
MAPA DEL GRAN CANAL QUE UNÍA EL NORTE CON EL SUR |
Debemos
comentar que este gran canal no fue más que el exponente más espectacular de
una red de canales que comenzó a construirse hacia el siglo V a.c. y que en la
actualidad todavía se usa. De hecho, la mayor parte del Gran Canal aprovechó
una red de canales existentes de unos 2.000 km construida ya en el siglo II
a.c.. Los mongoles, en el Siglo XIII, cortaron un tramo que conducía en
dirección norte hasta Beijing, con lo que se disminuyó en 1.000 km el canal de
la dinastía Sui.
Los
chinos denominan a la ingeniería hidráulica, “el beneficio del agua” y la
proyección que realizaron de la red de obras de canalización era para prevenir
las inundaciones y combatir las sequias. Junto a las esclusas existían una
serie de compuertas y terraplenes sumergidos colocados en sentido oblicuo a lo
largo del curso del río que se conectaban con canales laterales para captar el
agua de las crecidas o los estanques reservados a modo de depósitos. Por ello
en caso de crecida, el río Amarillo lleva 20.000 metros cúbicos de agua por
segundo, cantidad con lo que se podía invertir la corriente del gran canal.
Allí donde el canal se unía con otra vía de agua, se solía canalizar una parte
del agua del río o del lago, o el levantamiento de diques de desviación en
medio de la corriente con lo que se restaba a la misma intensidad y garantizar
de este modo un paso seguro a las embarcaciones. Y para evitar la
sedimentación, se optó por construir malecones con forma de dientes de sierra en
el margen interior de las vueltas para hacer disminuir la fuerza de la
corriente y de esta forma preservar la formación de bajíos en el margen
exterior.
UNA GABARRA PUEDE TRANSPORTAR 50 TONELADAS EN EL CANAL. EL TRANSPORTE FLUVIAL FUE LA BASE DEL COMERCIO EN LA CHINA IMPERIAL Y SE VEÍAN CONVOYES DE VARIOS KILÓMETROS |
Los
primeros canales estaban constituidos de simples esclusas con unos troncos
insertados en unas acanaladuras de piedra dispuestas en los márgenes del canal,
que se elevaban o bajaban mediante el uso de unas poleas. Las embarcaciones que
se adentraban río arriba se jalaban a su paso por la esclusa abierta por medio
de cabrestantes, mientras que las que se dirigían río abajo se dejaban llevar
por la acción del agua que se liberaba al levantar las compuertas. En el siglo
XI, se hizo servir las esclusas estancas, con lo que las embarcaciones se metían
en un recinto donde el nivel del agua se podía subir o bajar a voluntad. Las
compuertas, no obstante, continuaban subiéndose y bajando, en lugar de girar
sobre sí mismas, como lo hacen en la actualidad.
EL SISTEMA DE COMPUERTAS INVENTADO POR LOS CHINOS |
Para
la construcción de los canales, diques y demás
en relación a las canalizaciones de agua se reclutaron obreros a la
fuerza y soldados, que usaron para tal efecto unas palas de madera de mango
largo con casquetes de hierro y cestos de bambú para retirar la tierra. Los
terraplenes estaban formados por muros de tierra apisonada recubiertos de losa
de piedra. Para desviar los cursos de agua, se colocaban en el fondo enormes
cestos de bambú repletos de piedras, o grandes pilas de cañas de kaoliang
mediante el uso de cuerdas. Sobre cada capa se colocaban revestimiento de
bambú. Tal grande es esta obra, que en 1904 se estimó que unos 20.000 hombres
se necesitaron para reforzar una enorme pila kaoliang con motivo de la
reparación de un dique agrietado. Las pilas de kaoling, debido a su porosidad,
pueden soportar embates repentinos de la corriente, poseen una gran
flexibilidad y se pueden disponer en suelos ligeros sin el uso de grandes
cimientos. Así, una vez colocadas, son capaces de absorber los sedimentos y de
integrarse en el lecho de río con gran rapidez. El proceso de colocación
dependía en gran medida del tipo de cuerdas que se empleaban, confeccionadas
con tiras de bambú trenzadas ente sí. Este tipo de cuerdas es más flexible y
ligero que las del cáñamo, y el triple de fuerte. El bambú mojado es aún más
resistente que en seco. Así, una cuerda de bambú de 4 cm de diámetro en mojado
puede llegar a soportar un peso de 6 toneladas, y las variedades de tres almas
trenzadas soportan casi la misma tensión que los cables de acero.
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