En los años que duró
la guerra de independencia Española de 1808 a1814 miles de hombres y mujeres
sembraron con sus cuerpos la tierra a la que pretendían proteger y liberar del
invasor Francés, no menos de 500.000 perecieron en esa lucha tan cruenta y desigual,
por su parte los Franceses dejaron en el campo de batalla a 150.000 de los
suyos, una autentica sangría para un país falto de gente acrecentando mas aun
el problema. Pero en esos momentos difíciles se dieron casos de auténtico
valor, que causaron un verdadero quebradero de cabeza para el todo poderoso
Napoleón que siempre subestimo la entrega y la audacia de los Españoles.
La guerrillas fueron
un constante golpeo para los intereses
Franceses, no menos de 40.000 se lanzaron en su afán de derrotar al Gabacho en
pos de su libertad, una caso que podríamos destacar de entre todos fue el de
Juan Martin Diez ( el empecinado ), bien es cierto que ese apodo lo recibió de nacimiento por que en su pueblo
eran conocidos como empecinados al existir unas pequeñas lagunas de hierba
porcina mezcla de cieno y barro de ahí el sobre nombre, pero gracias al ardor
combativo de Juan Martin creó una seña de identidad para todos aquellos
obstinados llegando incluso a la muerte en defensa de lo que creían.
JUAN MARTIN DIEZ EL EMPECINADO |
Juan Martin Diez
nace en Castrillo de Duero Valladolid el 5 de Diciembre de 1775, en el seno de
una familia humilde, su padre era labrador
( como dato curios diremos que en la actualidad aun se conserva su casa
incluso se puede encontrar su partida de nacimiento en el registro parroquial
). Una vida dura para aquellos hombres que se veían cada día en una lucha
constante con la tierra intentado dar algo que llevar ala boca de sus familias.
Pero Juan de no se
resignaba a que su vida estuviera solo en labrar la tierra y ya desde muy joven
tenía vocación por las armas, le gustaba el mundillo militar, sentía que su
puesto estaba junto a las milicias y con tan solo 18 años se alistó a las órdenes
del General Ricardos en la guerra del Rosellón.
( Tras la muerte de
los monarcas Franceses a manos de la guillotina, algunas naciones se vieron con
el derecho de reclamar algunas tierras a la nueva República Francesa y España
se batieron por el Rosellón)
La guerra estalló
con mucha virulencia, pero gracias al buen hacer del General Ricardos del que
demostró sr un gran estratega, España cosechos importantes victorias en el
primer tercio de la guerra, pues en esas tropas podemos encontrar a un joven
Martin recibiendo su bautismo de fuego en esa cruenta batalla. De esas primeras
victorias Juan aprendió no solo el uso de las armas, supo entender la
importancia de dirigir bien a los hombres, por meritos propios llegó al lado
del General Ricardos siendo su ayudante aprendiendo todo lo que este le podía
ofrecer con sus conocimientos, la guerra duró 2 años y fue negativa para las
armas Españolas, tras la firma el tratado de paz en 1795 en Basilea, el
ejercito regresaba a casa derrotado y humillado.
Los hombres
regresaron a su casa y Juan Martin no fue menos
dejo las armas y cogió de nuevo las herramientas del campo, esta vez si
parecía que sería el futuro definitivo para Juan, con apenas 21 años ya pensaba
en formar una familia y un hogar se caso con Catalina e la fuente, juntos
verían los días pasar tranquilamente mientras les llegaba la vejez, muy
distinta de la que el había imaginado. Pero la historia le deparaba nuevas
oportunidades de ser lo que el quería y estas llegaron en 1808, con la entrada
de las tropas Francesas en territorio Español con destino a Portugal.
Primavera de 1808 en
la localidad de Fuentecen una pequeña columna de Franceses llega como anticipo
del ejercito al que precede, pues necesita ser atendida con vituallas y un
sitio donde pasar la noche, por lo tanto un sargento junto con dos de sus hombres
se adentran en el pueblo con no muy buenas intenciones y entran en casa de una
mujer para pasar un buen rato, al poco de cometer semejante acto los Franceses
salieron al galope, pero algunos lugareños se dieron cuenta de lo sucedido.
Según cuenta la leyenda el Empecinado y otros hombres se montaron en sus caballos saliendo raudos
del pueblo con la intención de localizara tal viles personas, que no tardaron
en encontrar, ese día el trabuco de Juan funcionó muy bien acabando con la vida
de los Gabachos, esta sería la primera refriega entre Juan y los Franceses no
sería la última.
Rápidamente Juan
Martin se tuvo que marchar de su casa pues los Franceses harían pagar caro tal
ofensa, con carta de proscrito acompañado de sus 3 hermanos y algunos vecinos
se echo al monte como los bandoleros,
comenzado de esta manera la lucha personal de Juan Martin contra la fuerza
invasora, atacaría donde mas le doliera las líneas de aprovisionamiento sería
los primeros objetivos, la primero de cierta relevancia se produjo cerca de
Segovia, las noticias pronto recorrieron todo el país.
Las guerrillas
organizadas por las gentes de la calle eran el bastión que golpeaba de alguna
manera al opresor Francés ya que el ejercito regular Español no hacía más que
cosechar derrota tras derrota, ni siquiera la brillante victoria en Bailen de
la mano del General Castaños pudo animar a un país que adolecía de una figura
que los guiara en condiciones , el único merito que les podríamos dar ha estos
hombres es que nunca se rindieron derrota tras derrota continuaban luchando,
solo por su libertad por su tierra, mientras llegaba la tan ansiada
reorganización con la que se intentara cambiar las tornas el empecinado y otros
como él daban una brizna de esperanza a las gentes .
En un primer momento
intentó asistir al ejercito regular con sus hombres poniéndose a las órdenes
del General Cuesta, un hombre poco capacitado para el don de mando y derrotado
en numerosas ocasiones por los Franceses,
como en Medina del rio y cabezón de Pisuerga donde entre sus hombres se
encontraba la partida de Juan Martin. Finalmente el empecinado entendió que
servir en el ejercito regular no era la solución, el ejercito no se encontraba
en condiciones para plantar cara a nadie y por otra parte los que dirigían
estos no estaban capacitados el haría la guerra por su cuenta.
Poco a poco sus
pequeñas acciones en contra de los Franceses se fue convirtiendo en propaganda
en la que unos pocos hombres se enfrentaban al poder militar Francés
poniéndolos en verdaderos aprietos, esto fue un reclamo para todos aquellos que
aún estaban indecisos en intervenir, se lanzaron al monte en busca de Juan Martín para unirse a su lucha. El asunto que comenzó con unas pequeñas
incursiones para los intereses Gabachos se fue transformando en un serio
problema, llegando a interesarse el mismísimo Napoleón por la situación, poco a
poco de dio cuenta que tal vez había subestimando a los Españoles, no podía ser
que un campesino estuviera poniendo en jaque al mejor ejercito de su época, la
imagen que se veía en Europa no le era buena, por eso tomó la decisión de
mandar a uno de sus mejores Generales para solucionar de una vez por todas el
problema.
JOSEPH LÉOPOLD SIGISBERT HUGO |
Joseph léopold Sigisbert Hugo, ( padre del
célebre escritor Francés Victor Hugo ), fue nombrado gobernador de las
provincias centrales, Leopold se tomó muy enserio su misión y a fe que lo
intentó todo para atrapar al Empecinado, como esa vez que capturo a la madre de
Juan Martin juntos con algunos familiares y vecinos asegurando que si no se
entregaba de inmediato serían fusilados, la respuesta del Empecinado no tardo
en llegar afirmando que si su madre y todos los demás no eran liberados e
inmediato pasaría a cuchillo 100 Franceses que tenía en sus manos y que eso no
se quedaría ahí a partir de entonces todo Gabacho que se pusiera en su camino
sería pasado a cuchillo sin compasión, fue tan seria la amenaza dada que
Leopold se vio forzado a dejar en libertad a todos los apresados, de esta
manera el Empecinado se ganó el respeto del General Francés y entendió que no
era un vulgar campesino al que podría atemorizar fácilmente. Otra de las tretas
que probó fue la de ofrecerle que se uniera a la causa francesa otorgándole un
rango de oficial, la respuesta del empecinado nuevamente no tardó en llegar,
lamento tener que rechazar tan suculenta oferta pero le ofrezco lo mismo si
tiene a bien de aceptarlo.
Juan Martin llegó
incluso a plantearse el secuestro de José Bonaparte ( mas conocido por el sobre
nombre de pepe botella dada su afición
por el alcohol), llegó a merodear Madrid, con sus hombres, pero estaba fuertemente
custodiado y era demasiado arriesgado llevarlo a cavo.
Visto la relevancia
que alcanzaba El Empecinado la regencia Gaditana decidió otorgarle algunos cargos la figura que
representaba Juan Martín era la adecuada para ensalzar el espíritu de lucha
contra el Francés, fue nombrado Capitán de caballería, luego Brigadier y
posteriormente General y es que la pequeña partida de hombres que empezó con el
Empecinado se había convertido en un ejército con más de 6.000 hombres, le
seguían cabalgando por los montes y defendiendo los pueblos, llegando a
flanquear el paso de las tropas Anglo-Hispana. ( Fue tanto la repercusión de
sus acciones que en 1811 dirigía una unidad de Usares en Guadalajara y al final
de la guerra contaba con 10.000 hombres a sus órdenes).
Ente las campañas en
las que participó se podría destacar la de Aragón el 19 de Diciembre de 1809
pasando a ser conocida como la campaña del Empecinado, posteriormente pasó dirección Valencia
apoderándose de Calatayud y sitiando a las guarniciones de Almunia y Deroca. En
1811 es nombrado Coronel de Regimiento y se incorpora a la 5ª División del 2ª
ejercito siendo nombrado General ese mismo año, posteriormente defendió el
sitio de la ciudad de Alcalá de Henares. El 16 de Agosto de 1812 toma la ciudad
de Guadalajara sometiéndola a un duro
cerco y donde el General Francés Preux se negó a capitular ante el Empecinado,
entonces fueron advertidos que si no accedían a la rendición sería pasados a
cuchillo, ese mismo año fue ascendido a Mariscal de Campo.
Tras la batalla de
los Arapiles José Bonaparte abandonó la ciudad de Madrid y el Empecinado fue
uno de los primeros en entrar en la capital, la guerra estaba llegando a su fin
y parecía que todo terminaría bien para Juan Martin, pero nada mas lejos de la
realidad, tras la derrota del Francés llegó el absolutismo, con Fernando VII
como cabeza visible, el empecinado se presentó ante su rey el cual le
reconocería el cargo de Mariscal en esta audiencia el Juan Martin le hizo entrega de una carta en la que le
invitaba a guardar respeto, fidelidad y obediencia a la constitución de Cádiz
la famosa ( Pepa ) de 1812. la respuesta del monarca fue clara, se negaba a
reconocer la constitución y acto seguido mandó al exilio a Juan Martin,
Fernando VII no dudó en alejar al empecinado de la corte.
El empecinado asumió
su destierro en Valladolid viendo pasar
el tiempo, pero el 1 de Enero de 1820 Juan Martin se une al levantamiento
encabezado por Rafael de Riego en Cabezas de San Juan enfrentándose contra las
fuerzas realistas y llegó el trienio liberal en el que el propio Monarca se vio
obligado a aceptar la constitución. Se
cuenta que el propio Fernando intento que se cambiara de bando pero el
empecinado respondió Diga
usted a su rey que si no quería la constitución, que no la hubiera jurado, que
el Empecinado la juró y jamás cometerá la infamia de faltar a sus juramentos.
Pero Fernando VII no
estaba dispuesto a resignarse a que ese fuera su destino pidió ayuda a los
países aliados los cuales le mandaron ayuda con los 100.000 hijos de San Luis,
estos entraron en España en la guerra que se llamó de la lealtad. Por entonces Juan
Martin era gobernador de Zamora, en 1823 todo estaba perdido para la causa
liberal per el empecinado se mantuvo firme en sus creencias y continuo apoyando
a la constitución, la única que el entendía como justa.
En 1825 fue detenido
en Olmos Valladolid a cambio de que sus hombres no lo fueran y bajo todo tipo
de humillaciones fue recluido en una especie de jaula sometiéndolo a todo tipo
de vejaciones, es trasladado a Nava de Roa Burgos donde es recluido durante 2
años tras los cuales es condenado a muerte por ahorcamiento.
EL EMPECINADO ENCADENADO |
El 19 de Agosto de
1825 el empecinado es llevado ante el verdugo para llevar a termino la
sentencia de muerte.
Por desgracia la
situación que vivió Juan Martin en su camino al cadalso fue de lo mas dantesca,
impropia de un héroe que había servido lealmente a su país, Fernando VII hizo
caso omiso de su brillante hoja de servicios.
También se cuenta
que durante el trayecto el empecinado se encontró a su mujer Catalina de la
Fuente del brazo de un oficial absolutista.
Juan Martin
pidió agritos que fuera fusilado, para
morir con honor como militar que era pero le fue denegada esa posibilidad.
Cuenta la leyenda
que el empecinado en un acceso de rabia ante todo lo que le estaba sucediendo
rompió sus cadenas y se abalanzo sobre sus captores y estos no tuvieron el menor inconveniente en
abatirlo a tiros sin ningún tipo de miramiento, pero lo peor es que estando ya
muerto fue conducido al patíbulo y colgado cumpliendo rigurosamente con la
sentencia, un escarmiento para todo aquel que defendiera la causa liberal.
Gracias a dios su figura quedó para todos aquellos que aún amaban la libertad y
se convirtió en leyenda, animando a todo aquel que amara la libertad
invitándole a luchar hasta el final como
hizo El Empecinado.
FIRMA DEL EMPECINADO |
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