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sábado, 6 de diciembre de 2014

LA CONQUISTA DE PORTUGAL.

FELIPE II


Durante el siglo XVI, una nación empezó a destacar por encima de todas las demás, y no hay duda de que éste hecho fue reforzado por la conquista de la mayor potencia naval del momento, la flota Portuguesa. Por eso la derrota de los Portugueses por parte de las armas Españolas, impulso sobre manera la expansión del nuevo imperio Español por todo el mundo. Estas dos fuerzas unidas, una por tierra y otra por mar, otorgó a España ser la primera potencia a nivel global.

La unión de las dos potencias no se produjo de una manera voluntaria, y claro está que no estuvo exenta de problemas, ya que  como hemos dicho antes se necesitó el uso de las armas. Fue en este momento cuando la capacidad logística, técnica y sobre todo de planificación Española asombró a toda Europa. Desde entonces empezaron a temer a un país que no paraba de crecer, extendiéndose por tierra y mar, esa España en la que nunca se pondría el sol se tenía que empezar a respetar y sobre todo temer.







Pero no nos adelantemos a los acontecimientos y pasemos a relatar lo sucedido. Sebastián I Rey de Portugal, conocido como el deseado, fallecía el 4 de Agosto de 1.578 a la temprana edad de 24 años, durante la batalla de Alcazarquivir en tierras Africanas. Portugal tenía intereses en esas tierras y era muy importante mantener esas posesiones ya que en ellos se encontraban puertos vitales en su ruta a la India, por eso y por que era un fiel creyente en la guerra santa contra el infiel Sebastián I se puso al mando de un contingente de 20.000 hombres, para solucionar los conflictos en esas tierras. Hay que aclarar que las fuerzas de las que disponía Portugal no eran profesionales y contaba con unidades de otros países entre ellos España.

El  monarca Luso no podía esperar, joven he impetuoso como era, su corazón solo le pedía entrar en batalla cuanto antes, por este hecho, aveces no era consciente de la realidad de los peligros a los que se enfrentaba. Nada más desembarcar ordenó avanzar  a sus hombres internándose en el desierto, lo más rápido posible, lo que Sebastián I desconocía es que las tropas Bereberes estaban al corriente de su llegada y le estaban esperando con un ejercito que doblaba al suyo, pero con la diferencia de que la gran mayoría de estos soldados estaban bien instruidos y eran veteranos, estos hombres se encontraban bajo las ordenes  del sultán Muley Abd al Malik.

El 4 de Agosto las dos fuerzas se encontraron una frente a la otra, el calor era insoportable haciendo que los soldados estuvieran en unas condiciones lamentables, de pronto las armas chocaron de manera violenta y sangrienta, miles de hombres luchaban a brazo partido bajo un sol de justicia. Durante las 6 largas horas de lucha que duró la batalla los musulmanes fueron decantando la balanza poco a poco en su favor, su mejor preparación fue determinante, finalmente el ejercito Portugués era aniquilado por completo. Solo unos pocos pudieron escapar de las espadas musulmanas, ese día murieron 8.000 hombres y otros 10.000 fueron echos prisioneros, dentro de ese grupo de prisioneros se encontraba gran parte de la nobleza Portuguesa otra parte importante había perecido en la contienda, al final de la batalla Portugal había perdido a su rey del que no se encontró el cuerpo dándole finalmente por desaparecido esto junto con la perdida de gran parte de la nobleza, Portuguesa era un verdadero desastre, para el país. Los nobles hechos prisioneros fueron posteriormente rescatados previo pago de unas importantes sumas lo que provocaría que las arcas reales Portuguesas quedasen prácticamente vacías. Por ultimo decir que la batalla de Alcazarquivir también se conoce como la batalla de los tres reyes ya  que en ella perecieron Sebastián I, Malik y Al-Masluk.

La noticia de la muerte de Sebastián I no tardó en llegar a todas las cortes de Europa, entre ellas a la Española donde el 13 de Agosto, Felipe II tras los muros del escorial recibía la trágica noticia de la muerte de su sobrino. No había tiempo que perder rápidamente Felipe II ordenó a su mejor marino Don Álvaro de Bazán que vigilara las costas Marroquis ante cualquier intento de conquista de las posesiones Portuguesas por parte Musulmana intentando  aprovechar la ausencia de poder en Portugal.

Mientras los Portugueses nombran soberano al cardenal Don Enrique, de este modo Felipe II al ser hijo de Isabel de Portugal  se convierte en legítimo heredero al trono ya que Enrique era su tío abuelo. Una vez coronado Enrique I todo parece estar controlado pero el nuevo monarca a pesar de no ser muy mayor no contaba con muy buena salud, pero el problema más importante era el de los votos realizados por su condición de Cardenal por lo que la corte portuguesa envió cartas al papa solicitando que Enrique I pudiera contraer nupcias y de esta manera pudiera dar un heredero a Portugal lo más rápido posible, ya que si por desgracia moría Enrique sin un heredero la sucesión al trono podía complicarse.

Un total de 5 persona podían aspirar al trono, Ranunccio Farnesio de Parma de tan solo 11 años, la Emperatriz María de Hasburgo, el Duque Manuel Filiberto de Saboya, la Duquesa Catalina de Braganza, podían decir algo pero la pugna real estaría entre Don Antonio Prior de Crato y Felipe II.



CRATO


Crato contaba con el apoyo del pueblo, junto con una parte de la nobleza Portuguesa y una pequeña parte del clero inferior. Ya anteriormente intento hacer valer su condición de heredero al trono pero fue rechazado en favor de su tío Enrique I, esto implicaría que durante el breve reinado de su tío fuera desterrado de Portugal. Por contra Felipe II, contaba con el apoyo de los nobles mas importantes que veían con buenos ojos la unión de las dos coronas.

Mientras tanto desde Madrid, se hacían los preparativos para una más que probable guerra con el vecino Portugés, a mitad de 1.579 Felipe II dio la orden que se preparasen las fuerzas necesarias por si acaso.









Tras las ordenes recibidas desde la corte se inician la busca de nuevas levas, en la comunidad Andaluza se consigue reclutar dos tercios totalmente nuevos y son puestos a las ordenes de Don Luis Enriquez y Don Antonio Moreno, también se reclutaría un tercio mas en tierras Valencianas,al mando de Rodrigo Zapata, a todo estas unidades de tercios se les unió 10 compañías de hombres de armas ( caballería pesada  ) y tres de jinetes ( caballería ligera ), equipados todos con modernas pistolas de rueda.

Pero todo esto solo era la punta de lanza, aparte de las tropas movilizadas se empezó a preparar toda la logística necesaria para abastecer a todos esos hombres y bien sabe dios que eran grandes las necesidades, pero el buen hacer de los encargados de la intendencia hacía que todo marchase correctamente, se almacenaron cerca de 100.000 quintales entre bizcochos y galletas, 150.000 fanegas de trigo además de toda el agua y vino necesario, con todo esto se pretendía mantener al menos durante 5 meses a las tropas Españolas, incluso se llegó a crear un hospital de campaña algo muy raro en aquella época,.

Para finales de año empezaron a llegar las tropas que se encontraban asentadas en tierras Italianas, todos los buques que transportaron asas tropas posteriormente fueron puestos a las ordenes del Marques de Santa Cruz. 

De nuevo la mala suerte cayó sobre la corona Portuguesa. El 31 de Enero fallecía Enrique I, el cual no había conseguido dejar descendencia, tras la muerte del rey se estableció un consejo constituido por 5 gobernadores, Jorge de Almeida, Francisco de Sá Menesses, Joao de Mascarenhas, Joao Telo de Menesses y Diogo Lopes de Sousa, ahora era el momento de decidir quien portaría de nuevo la corona Portuguesa.

Como hemos dicho anteriormente Felipe II contaba con el apoyo de la mayoría de los nobles relevantes de Portugal y no le faltaba tampoco el visto bueno del consejo provisional. Si todo esto no fuera suficiente contaba con el mejor ejercito del momento a su disposición, siempre y cuando fuera necesario reafirmar su derecho al trono, con las armas. Desde la lejanía, el otro aspirante al trono observaba sin dejar que estos contratiempos fueran motivo de desanimo para Antonio de Crato sus aspiraciones a la corona Portuguesa seguían intactas.


DUQUE DE ALBA




Todo, estaba preparado y Felipe II mandó llamar a Fernando Alvarez de Toledo y Pimentel, el Duque de Alba, un noble militar con una gran experiencia en batalla y considerado uno de los mejores generales de su época, Alba poseía grandes logros en su carrera, como los conseguidos en la batalla contra el pirata Barba roja recuperando el control del Mediterráneo o en Muhlberg, donde derrotó a los protestantes Alemanes, también derrotó en Flandes a las tropas de Guillermo de Orange y posteriormente izo lo mismo a Luis de Nassau en la batalla Jemmingen. Pero todos estos éxitos no eran suficientes aún le quedaba un último logro para su rey




Junto al Duque de Alba se encontraba otro gran general, como el Maestre de Campo Don Sancho Dávila apodado"Rayo de la guerra"y Don Frances de Álava capitan general de artillería y como no,el brillantísimo marino Don Álvaro de Bazán.Llegaba el mes de Marzo y todo estaba preparado para la más que posible invasión,nada se había dejado al azar.

Finalmente Crato dio un paso adelante antes de que se tomara siquiera una decisión alegando ser la mejor opción, tenía el apoyo de la clase popular, que veía en Crato un lider fuerte y capaz por encima de la Duquesa de Braganza y sobre todo de Felipe II, finalmente era elegido rey en Santarem el 19 de Julio. Crato no dudó en movilizar a sus leales en dirección a Lisboa donde se encontraba su principal opositor en tierras Portuguesas, la Duquesa de Braganza. La duquesa tras recibir las noticias del avance sobre la capital de Crato, manda a Don Juan Tello que planifique la defensa de la ciudad reuniendo a todos los hombres posibles. Las nuevas compañías reclutadas quedaran al mando de Don pedro de Acunha, el se encargaría de preparar a los hombres y hacer frente a las tropas de Crato, Portugal inevitablemente se dirigía a una guerra civil.

el 23 de Junio Antoni de Crato se encontraba frente a las puertas de Lisboa, el choque entre las dos fuerzas fue inevitable, pero las tropas de la Duquesa no fueron rival en ningún momento para los hombres de Crato mucho mejor preparados, tras la batalla algunos soldados se pasaron al bando de los ganadores y el resto se tuvieron que retirar a Setúbal, Lisboa había caído ya nada podía parar la coronación de Crato en la corte Portuguesa. 

A los pocos días los últimos hombres fieles a la Duquesa tuvieron que embarcar con rumbo a España, donde fueron recibidos por el Duque de Medina Sidonia en Ayamonte, estos no tuvieron mas remedio que reconocer el nombramiento de Felipe II como legítimo rey de Portugal, esta era la única opción si se quería quitar del poder a Crato y como antes hemos mencionado la nobleza más importante de Portugal no veía con malos ojo esa opción, tras el reconocimiento de Felipe II como legítimo heredero al trono solo quedaba una salida, la guerra.

Crato ya coronado rey de Portugal como Antonio I.Hizo jurar lealtad a sus vasallos y luego se apoderó de las arcas reales con el fin de armar un gran ejercito para hacer frente al poderoso ejercito Español, pero para su sorpresa apenas contaba con dinero, las arcas se encontraban practicante vacías, esto como vimos anteriormente en parte fue debido a las grandes sumas pagadas por el rescate de los nobles Portugueses.  Mientras tanto los hombres de Alba se habían situado en la frontera.

El objetivo principal estaba claro para el Duque de Alba había que tomar Lisboa y sobre todo anular el poder naval Portugués muy superior al Español para que de esta manera no pudiera recibir ayuda por mar de lo contrario se podría prologar la guerra demasiado tiempo, por eso era de vital importancia que tanto por tierra como por mar las tropas Españolas estuvieran perfectamente sincronizadas.

El camino tomado por las tropas Españolas fue elegido teniendo en cuenta que fuera capaz de procurar los recursos necesarios, tanto de madera  como de agua y por último pero no menos importante se procuró que durante la marcha se encontrasen los mínimos obstáculos posibles para un avance rápido y seguro.  

Uno de los primeros puntos donde se actuó fue en el fuerte de Elvas situado en uno de los accesos naturales a Portugal, el encargado del asalto fue Sancho Dávila, los Portugueses ofrecieron una buena  resistencia. Pero Dávila no se desespero ante el empuje Luso y situó a sus cuatro compañías frente a las defensas Portuguesas y esperaron a la llegada de los Tercios de Lombardía, que fueron los encargados de asaltar los pozos de agua que mantenían a la ciudad, mientras los zapadores se encargaban de cortar cualquier vía de comunicación, el mensaje estaba claro y los Portugueses lo entendieron rápido ya que resistir se presentaba complicado y los refuerzos enviados desde Lisboa viendo que las tropas Españolas lo tenían todo bajo control y una fuerza muy superior decidieron no aparecer, esta primera acción estuvo acompañada de otras dos una en el norte y otra en el sur que aseguraban los flancos evitando de esta manera poder se sorprendidos por las tropas Portuguesas.

A los pocos días la ciudad de Vila Vicioça caía en poder Español, gracias a un ataque rápido y preciso de Sancho Dávila  haciendo honor a su apodo, Dávila colocó a sus cuatro compañías de arcabuceros a caballo y herreruelos frente los muros de la ciudad apoyados por dos compañías de los tercios de Nápoles que se abalanzaron sobre las murallas tomándolas rápidamente fue una acción tan bien realizada que consiguieron  abrir las puertas, la suerte de la ciudad estaba echada. El botín obtenido  contaba con con más de dos docenas de piezas de artillería, armaduras, cotas y coseletes, con un buen número de armas de fuego y  pólvora.

Felipe II se trasladó a la frontera con la intención de dar el último empujón  a las tropas en su futura aventura, también leyó un bando donde dejaba claro, que no se permitiría bajo ninguna condición cualquier abuso de fuerza, violaciones  o robos, se tenía que respetar a toda persona, de lo contrario se impondrían penas muy severas a los responsables de tales actos, la idea estaba clara se tenía que intentar por todos los medios  causar el menor daño posible al pueblo que estos vieran que el  nuevo soberano Portugués Felipe I les respetaba y no les deseaba ningún daño.

La mañana daba la bienvenida a las tropas Españolas cuando estas atravesaban la frontera, el paso en un principio era lento y penoso ya que las propias tropas eran las que tenían que portar todos los pertrechos necesarios,  el camino no ponía fácil las cosas, la marcha que se debía tomar no era la adecuada y por si fuera poco el camino no estaba preparado para para poder mantener a las tropas Españolas un verdadero problema ya que como hemos comentado antes se quería evitar en todo lo posible cualquier roce con los lugareños y la falta de necesidades básicas se tornaba un caldo de cultivo para las tropelías de hombres incontrolados.

Todos estos problemas muchas veces no se tienen en cuenta y se tiende a ignorar la dificultad logística necesaria  para mantener un ejercito . Y  normalmente se omiten estas informaciones. Los ejércitos disponían  de una comitiva que se ocupada de todo esto y en muchas ocasiones era incluso mayor que las tropas que acompañaban.

Alba estimaba  que necesitaría unos 20 días para poder reunirse con Bazán en el Atlántico y de esta manera podría abastecer de nuevo sus tropas con cosas básicas como son legumbres, carne en salazón, agua , vino, aceite y trigo, dado el ritmo de la tropa Alba se vio obligado a improvisar una solución, en un intento  de ganar movilidad, por eso  colocó las vituallas delante de las tropas de infantería eso si protegidas por un destacamento de arcabuceros, el resto de las cosas estarían situadas en retaguardia. tras esta solución de última hora otro problema vino dado de mano de los carros que empezaron a estropearse quedando algunos inservibles.

A pesar de todo estos problemas la guerra continuaba .  La villa de  Estremoz  bajo el mando del alcaide Juan de Acevedo  se negó a entregar las llaves de la ciudad.
La respuesta de los Españoles fue un  ataque sorpresa formado por un grupo de 20 arcabuceros que  consiguió  eliminar a todos los defensores de las puertas . De  esta manera dejaron el camino expedito al grueso de las fuerzas que no tardó  en tomar la ciudad.

Todo y los problemas de movilidad las tropas avanzaban sin parar, el día 9 de Julio Alba se encontraba en las proximidades de la ciudad sin fortificar de Évora, justamente por entonces sufría una importante epidemia de Peste, los lugareños al ver llegar a los Españoles rindieron la ciudad sin luchar, esperando que estos les ayudasen, un día después una avanzadilla compuesta de caballería ligera al mando del Capitán Álvaro de Costa llegaba a la villa de Alcaçer do Sal que también entregaba la ciudad sin resistencia alguna, poco después la rendición de Montemor o Novo probocó que el resto de ciudades de la comarca se rindieran al paso de las tropas Españolas, las cosas marchaban bien, de momento las tropas Españolas no habían encontrado una resistencia eficaz capaz de impedir su avance.


COLUMNA DE TERCIOS AVANZANDO

Setúbal se encontraba en el horizonte, en esta ocasión la fuerzas de Alba serían sometidos a su primera prueba de toque. La cuidad de Setúbal estaba bien fortificada contaba con una guarnición de 4.000 hombres, la ciudad estaba muy bien abastecida tanto de comida como de cañones y pólvora, también, a todo esto, había que tener en cuenta el grupo de Franceses he Ingleses que se unieron a la defensa de la ciudad aumentando el número en  1.000 hombres más, esto demuestra que Inglaterra y Francia estaban preocupadas por el desarrollo de los acontecimientos y daban su apoyo de una menara soterrada a los intereses Portugueses.

Alba reunió una junta de guerra para trazar los planes de actuación, el 17 de Julio estaba todo listo, los arcabuceros al mando de Colonna tomaron las casas situadas en el arrabal y posteriormente el acueducto, incluso consiguieron rechazar el ataque de la caballería Portuguesa que  intentaron impedir que los zapadores Españoles cortasen el agua que abastecía a la ciudad, cinco columnas de arcabuceros pertenecientes al tercio de Nápoles tomaron una colina cercando a la infantería Portuguesa que nada pudo hacer ante el empuje de los tercios y termino siendo derrotada.

Pero Setúbal no estaba sola a unos cuantos kilómetros de las ciudad en Palmela se encontraban 50 jinetes bien pertrechados acompañados de tres compañías de infantería, estas tropas salieron en defensa de  Satúbal atacando al tercio de Nápoles, pero las tropas Españolas aguantaron la envestida, es entonces cuando desde la  ciudad viendo que los Españoles no ceden  piden una tregua de 24 h en la que decidir si se rinden o no, esto no sentó nada bien al Duque de Alba ya que sus zapadores casi tenían terminadas las primeras líneas y la artillería se estaba empezando a colocar para sitiar la ciudad. .Este trabajo no había sido nada fácil ya que se tuvieron que realizar bajo el constante fuego de arcabuceros y artillería de los Portugueses, aún y así, les concedió hasta la puesta de sol, en caso de no rendirse serían considerados como traidores al rey y tratados como tales.

El tiempo se agotaba y el Corregidor Simón Miranda solicitó que se ampliara el tiempo de reflexión y de esta manera su pudiera dar salida a las tropas formadas por Ingleses y Franceses si aceptaba esta nueva petición se comprometían a entregar la ciudad a la mañana siguiente. Alba acepto la oferta, De todos modos el Duque no las tenía todas consigo y ordenó que  los preparativos para asaltar la ciudad no cesasen, y que se estuviera atento ante cualquier cosa rara que pudiera suceder.

Pese a todos los problemas en la marcha , los tiempos se estaban cumpliendo y se tenían que preparar para la llegada de la flota que no tardaría en arribar a puerto, Bazán había partido desde Cádiz el 8 de Julio con 59 galeras cargadas con víveres y los tercios de infantería de Rodrigo de Zapata y don Martín de Argote  formando un total de 4.700 hombres, en el transcurso de la travesía diversas zonas costeras se rindieron a Don Álvaro de Bazán a su paso, como Faro,Portimao, Lagos y el Sagrés, finalmente el 19 las Galeras Españolas se acercaban a su destino.

Alba, mientras tenía serios problemas en tomar una fortaleza defendida por una guarnición de 100 hombres y 47 cañones, al mando de esta resistencia se encontraba Don Mendo Mota que se negó a rendirse, estos defensores además contaban con el  apoyo de tres galeones que en caso de necesidad aportaban el fuego de sus cañones, también aprovisionaban de comida y armas en caso que fuera necesario, esta situación provocaba que la resistencia se pudiera prolongar demasiado tiempo,  por eso la llegada de Bazán era crucial para que se hiciera cargo de esos buques aislando totalmente a los defensores de la fortaleza.

Alba mandó intensificar los ataques, y ordenó a Póspero  Colonna que atacase la plaza, se tenía que tomar de una vez por todas, la cosa no resultaría fácil ya que los defensores Portugueses sometían a un intenso castigo a las tropas Colonna bajo sus cañones. Aún y así se avanzaba poco a poco, mientras los ingenieros tomaban posiciones para colocar las piezas de sitio y cavar alguna trinchera,está acción le valió al Duque poder batir de una vez por todas los muros, pero la respuesta Portuguesa no se hizo esperar y los buques respondieron con contundencia sobre las tropas Españolas, finalmente se consiguió montar los cañones mas pesados y responder el ataque de los barcos Portugueses, esto causó serios daños a los barcos y decenas de muertos y heridos.

A las pocas horas de lucha las naves de Álvaro de Bazán llegaron y se colocaron en posición bloqueando la salida de los buques Portugueses los navíos que antes atacaban a las tropas Españolas ahora se veían sorprendidos por retaguardia, el primero en reaccionar fue el San Martín, que tras un breve intercambio de cañonazos y ver que posiblemente acabarían por abordarle decidió rendirse. Mientras las otras dos naves se acercaron a la fortaleza acosados por los Españoles.


TERCIO ESPAÑOL



Mientras la feroz lucha se mantenía en tierra, las horas pasaban y la batalla continuaba por fin los zapadores consiguieron llegar a menos de 1.000 pasos de la muralla, durante la noche eso sí sufriendo los continuos ataques de los defensores Portugueses, los hombres de Alba consiguieron colocar las piezas mas pesadas y no tardaron en abrir fuego sobre la fortaleza, por la mañana los dos galeones se rendían al acoso de Bazán los españoles se apoderaron de las piezas de artillería  de los buues portugueses que rápidamente dirigieron hacia la fortaleza abriendo fuego sobre ella y sus defensores, el apoyo de las galeras se había perdido, la derrota era cuestión de tiempo ya todo estaba perdido, ante la situación Don Mendo junto con los supervivientes entregaron las armas, la fortaleza había sido tomada pero los Españoles había sufrido muchas bajas en el asalto, Alba tras controlar la fortaleza reconoció el valor demostrado por Don Mendo Mota y sus hombres que decidió dejarlos marchar.









Para 22 estaba todo resuelto y las tropas de Bazán y Alba se reunían finalmente, parecía mentira pero prácticamente la mitad de Portugal estaba ya en manos de Felipe II, todo y los problemas de transporte a los que se había tenido que enfrentar se había actuado con una enorme eficacia, solo habían pasado 33 días, y toda Europa pudo ver una demostración de precisión valor y decisión a la hora de actuar.

Tras todos estos logros se reunieron en consejo para decidir el siguiente paso a tomar, fue entonces cuando Alba propuso algo diferente que era transportar las tropas al norte por mar dando un golpe de gracia en el mismo corazón de la resistencia Portuguesa, desembarcarían en la playa de Cascais, muy cerca de Lisboa.

El consejo en un principio estaba reacio dado que se tenía miedo que pudiera pasar un desastre durante el viaje,  pero Alba visionario y audaz decidió que esa era la mejor  opción y con este movimiento inesperado podría acortarse la guerra, este plan realmente era muy innovador para la época ya que nadie lo había realizado anteriormente, dado que el mar siempre traicionero podría dar al traste con la escuadra perdiéndolo todo de una tacada, por eso esta manera de actuar marcaría las pautas para futuras acciones desembarco.

El 30 se llegaba al objetivo, Álvaro de Bazán nada más llegar envió dos galeras en descubierta para que inspeccionaran la playa en esta se descubrieron dos puntos donde había artillería, por lo que no se recomendaba dejar las tropas, por lo que se descartó el desembarco en esa zona y se eligió una situada 7 kilómetros más al este, en una pequeña playa que se encontraba rodeada de rocas este nuevo punto complicaba el desembarco de las tropas.

La actividad Española no pasó desapercibida parar los Portugueses, Don Diego Meneses marchó hasta la costa con 3.000 hombres y 400 jinetes para defender la posición y intentar frenar a los Españoles. La intención de los Portugueses estaba clara y era intentar que las tropas Españolas no pudiesen desembarcar evitando que pudieran formar una cabeza de playa, por la que entraran las tropas de Alba, por eso era de vital importancia llegar cuanto antes para una defensa eficaz, las rocas serían su escudo natural ante la acometida de los tercios y los cañones Españoles.

Alba observaba la situación desde las galeras y entiende que desembarcar no será cosa fácil era preciso desalojar la playa de arcabuceros Portugueses lo antes posible, rápidamente hizo llamar a los mosqueteros veteranos del tercio de Don Rodrigo Zapata que tomaron los botes y a fuerza de remo y bajo el abrigo de los cañones de los buques consiguieron llegar a tierra rápidamente tomaron posiciones y consiguieron hacerse fuertes en la playa creando una cabeza de playa que era lo que los Portugueses no querian, gracias a esta acción suicida las Galeras se pudieron acercar de manera algo más segura a la costa, la situación cambiaba radicalmente ahora los Españoles eran los que tomaban el control total de la playa y los Portugueses decidieron retirarse, el empuje de los tercios veteranos marcó de nuevo la diferencia.

Una vez controlada la playa se comenzó con el desembarco total de las tropas,y los pertrechos, todo parecía marchar bien y las tropas españolas avanzaban con paso firme sobre Cascais. El 31 de Julio el fuerte de San Antonio entregaba las armas al paso de las tropas de Alba, la sensación era que todo estaba llegando a su fin, pero aún había algunos fieles a Crato que no estaban dispuestos a retroceder fácilmente, como es el caso de Enrique Pereira de la Cerda alcaide de Cacais que no estaba dispuesto a rendirse, por seo decidió a plantar cara a los hombres de Francés de Álava, pero finalmente l superioridad de las tropas Españolas izo que Enrique intentara pactar la rendición, la respuesta de Alba fue clara no se aceptaba ningún  pacto y serían tratados como lo que eran traidores, tras esto mandó que los cañones abrieran fuego y destrozaran lo poco que quedaba aun en pie. Los pobres portugueses atemorizados por tal ferocidad salieron de sus posiciones diciendo que se rendían, incluso Diego Meneses resulto echo prisionero.

El Duque de Alba no tubo piedad y ordenó que se ejecutara de inmediato a Meneses se le degolló esa misma tarde y a Pereira uno de los hombres afines a Meneses se le ahorcaría posteriormente en lo poco que aun  quedaba empie de la torre del castillo.

El avance continuaba, el siguiente punto de encuentro entre las tropas Españolas y Portuguesas fue en el Castillo de San Julián de Oreiras, un sitio muy bien protegido con una buena dotación artillería y medio millar de defensores, el 9 de Agosto se intentó que los Portugueses abandonaran en su empeño de luchar, pero la respuesta fue negativa.

Las tropas de Alba se situaron en posición esperando las ordenes de atacar, mientras las galeras de Bazán se acercaban a la costa para situar sus cañones cerca de la fortaleza, el 10 de Agosto la artillería que había sido dividida en 4 baterías abrió fuego sobre los muros de Oerias, pero no resultaron ser efectivos dado que se encontraban demasiado lejos para causar daños grabes, por eso se optó por acercarse más a las murallas. 

El trecio de Nápoles intento un primer asalto, pero las defensas Portuguesas aguantaron hubo gran cantidad de bajas entre los Españoles siendo finalmente fueron rechazados, por otro lado la posición de Colonna también estuvo en peligro, pero gracias a la intervención de la unidad alemana consiguieron hacer retroceder a los Portugueses, ese mismo día una fuerza de refuerzo enviada por Crato formada por 600 soldados, 400 jinetes se midió con las tropas de Sancho Dávila que contaba con 250 jinetes y 150 mosqueteros , pero aun y la inferioridad consiguió causar un buen número de bajas a esa fuerza de refresco.


TERCIOS EN BATALLA

Mientras la artillería española ya en una mejor posición continuaba una incesante lluvia de proyectiles sobre las murallas intentando abrir una brecha en esta, por fin el 12 de Agosto se conseguía el objetivo, Pero no era suficiente aún y así resultaría muy difícil conseguir entrar en la ciudad sin sufrir muchas bajas ya que los defensores no cedían en su empeño y para colmo el miedo de que el tiempo cambiara y provocara que las galeras se tuvieran que retirar para no chocar con la costa  hacía que se perdiera el apoyo de sus cañones lo que complicaría mas aún el asalto, todo estos puntos juntos hacía que se tuviera que tomar otro tipo de medidas. Por eso Alba se decidió negociar, ofreciendo todo tipo de prebendas si se cesaba la lucha de inmediato aludiendo que toda resistencia era inútil y solo cuestión de tiempo de que todo terminara en favor Español, y que tras ese desenlace no se tendría compasión los que sobrevivieran, tras una reflexión por parte de los Portugueses y viendo sus opciones decidieron aceptar de esta manera se entrego el castillo el mismo día 12 por la tarde.

Solo se necesitó una semana para tomar uno de los puntos más importantes en el camino hacia Lisboa, una vez controlado Oeiras, el paso por el tajo quedaba abierto para que las galeras de Santa Cruz que empezaron a remontar el rió, al inicio de la mañana del 13 de Agosto avanzaba lentamente pero de forma segura dirección a Lisboa, en su camino la guarnición del fuerte de Cabeza Seca forte de Sao, Lorenzo do Bugio fue abandonado al ver llegar a los Españoles.

El siguiente punto de resistencia que se encontró Alba fue en Torre de Belem, en un principio parecía que no habría lucha ya que se intentó hacer entrar en razón a los defensores y se les comunicó que toda resistencia sería aplastada de seguida, la realidad es que esta amenaza resulto muy convincente y el comandante al cargo de la defensa acepto rendirse. Pero el prior de Crato se entero de esto y lo relevó del mando nombrando a Rodríguez de Sequeira como responsable de la defensa, por lo que no hubo más remedio que luchar.

Como había pasado en anteriores enfrentamientos la mayoría de los defensores eran hombres que no tenían la experiencia necesaria para enfrentarse a los veteranos hombres de Alba y para colmo la gente que lo dirigía contaba con una escasa preparación, el intercambio de disparos empezó los Portugueses se encontraron bajo una lluvia incesante de cañonazos y apoyada por las mangas de arcabuceros y mosqueteros que acababan con cualquiera que asomase la cabeza hacína correr el pánico entre las filas Portuguesas, por ese motivo el final fue inevitable, Belem se rendía, tras esto los fuertes de Sao Sebastiao da Caoarica, Torre dos Castelhanos y Almada también se rindieron, el camino hacia Lisboa quedaba libre.

Llegaba el momento decisivo, Alba entendía que era hora de poner fin a la guerra y la mejor manera para eso era buscar una batalla en el que se decidiera todo de una vez, los Españoles estaban preparados, pero lo estaban los Portugueses ?, todo lo acontecido anteriormente lo desaconsejaba, pero encerrarse en Lisboa no era una manera de reconocer su derrota esperando una lenta agonía, con el consiguiente saqueo de la ciudad una vez tomada ?.

Las cartas estaban repartidas y ahora tocaba empezar la partida, los comandantes Portugueses y Crato decidieron sacar a sus hombres de la ciudad y evitar de esta manera que los Españoles tomaran posiciones de asedio, por lo que desplegaron sus fuerzas junto a la orilla del arrollo de Alcántara en el lado izquierdo junto a la desembocadura del tajo, este era el momento de todo o nada vencer o morir.

Esta vez si, las tropas Portugesas contaban con la experiencia de buenos oficiales y sobre todo tenían a su favor el conocer el terreno en el que lucharían todo esto les daría  algo de ventaja, por eso se decidió aprovecharon el lecho del arroyo que estaba casi seco a modo de foso obligando a las tropas Españolas a  verse atacadas desde una posición en alto, la subida no es que fuera muy pronunciada pero serviría, también se situaron al amparo de unos molinos varias compañías de arcabuceros, mientras los infantes se encargaban de la defensa del puente que cruzaba el arroyo y ocultos tras unos olivos se encontraban otro grupo de infantes apoyados por jinetes y unos cuantos cañones, esto es lo que se podía encontrar las tropas de Alba por tierra, pero aun quedaba la fuerza más importante de los portugueses, su armada, bajo las ordenes de Gaspar Brito que estaba al mando de 9 galeones muy superiores en todo a los buques castellanos, también contaba con 5 galeras de Diego Lopes de Sequeira, apoyadas por otras naves menores con las que hostigar a Bazán.

SAN MARTÍN BUQUE DE ÁLVARO DE BAZÁN

Es cierto que la superioridad Castellana en el mar era patente ya que las 62 galeras y las 25 naves entre urcas, naos y galeones así lo acreditaban pero no había que menos preciar el poder Portugués en el mar ya que contaba con marinos de una gran experiencia, yeran los auténticos dueños de los mares, por otra parte la gran armada Española no podía explotar su numero dada las escas dimensiones del río, por lo que la autentica ventaja de la que disponían los marinos Españoles era cuando se produjera el abordaje, donde los tercios de mar eran prácticamente invencibles.

Las tropas del Duque de Alba se situaron desde la Junqueira alto y Santo Amaro hasta el puente que se encontraba en la desembocadura, los buques de Bazán les darían cobertura al mismo tiempo que se aproximaban a los buques Portugueses, los hombres de Alba  se dividieron entres cuerpos, en la derecha se situaban los hombres de Colonna con el objetivo del puente sobre el arroyo, en el centro se encontraba el propio Duque de Alba al mando del la mayor fuerza de ataque, la artillería ocuparía el flanco izquierdo formando entres baterías una de cuatro piezas y otras dos de siete cada una.

Bazán tenía que entablar batalla nada más ver al enemigo, por lo que las galeras fueron reforzadas con 1.000 arcabuceros para dar mas capacidad de fuego a la hora de acercarse a las naves Portuguesas en el momento del abordaje, limpiando todo lo posible la cubierta. la caballería bajo el mando de Fernando de Toledo, vástago primogénito del duque, había recibido la orden de vadear el arroyo por el norte, mas allá de las líneas enemigas para intentar sorprenderlos por el flanco derecho.una vez colocadas todas las piezas en su sitio Alba ordenaba el 24 de Agosto que avanzaran todas las líneas y de esta manera poder  observar a los portugueses en su totalidad. Por la noche se trasladó a unos molinos para obtener una posición elevada desde donde podría ver todo lo que sucedía en el transcurso de la batalla.

Sobre las 06:00h  de la mañana, Alba ordenó que Don Frances de Álava abriera fuego sobre los Portugueses, los primeros proyectiles fueron trozos de piedra caliza, que al impactar en el suelo se deshacían en mil pedazos creando gran cantidad de metralla, y creando el desconcierto entre las tropas enemigas, pero esta vez los Portugueses aguantaron bien el envite, con esta acción Alba consiguió confundir al Conde de Vimiso, que no entendió el movimiento y la realidad del ataque y pensó que esto solo era un intento de distracción con lo que no vio necesario reforzar ese flanco, fue entonces cuando los hombres de Colonna se lanzaron al ataque sobre el puente, los Portugueses, tras un choque brutal aguantaron y los Españoles fueron rechazados siendo  acorralados  bajo el fuego de los arcabuces Lusos y si no causaron mas daño a los hombres de Colonna fue por que los Alemanes al mando de Ladrón lo impidió, el primer asalto había fallado.

Esta pequeña victoria no podría ser disfrutada mucho por los Portugueses ya que un grupo de arcabuceros del tercio de Moreno, conseguía atravesar el arroyo por una presa que se encontraban cerca de un molino, esto propicio que estando ya en el otro lado pudieran apoyar un nuevo intento de conseguir el puente esta vez por parte de los tercios al mando de Martín de Argote y Diego de Córdoba.

Los lusos esta vez no fueron capaces de aguantar el empuje de los tercios, Vimiso, viendo el desastre de sus tropas que poco a poco cedían terreno, decidió mandar a sus hombres en apoyo de los defensores del puente, ahí se decidiría la batalla y era el momento de darlo todo, los Españoles no podían pasar.

Mientras tanto, Alba miraba atentamente lo que sucedía en el campo de batalla, al ver este movimiento de los Portugueses, entendió que estos habían caído en su trampa  ya que desde el principio su objetivo real era atacar el flanco derecho, por donde daría el golpe definitivo a los Portugueses. Sancho Dávila sería el encargado con sus siete mangas de arcabuceros compuesta de 300 hombres  cada una de dar el golpe de gracia, avanzaron rápidamente consiguiendo desmoronar la línea de defensa en pocos minutos, con esto dejaba expuesto a los Portugueses que estaban defendiendo el puente.

Justo en ese momento, los hombres de Colonna conseguían reagruparse y se lanzaban de nuevo al ataque, esto junto los arcabuceros Dávila causaron aun un mayor número de bajas, la línea de defensa Portuguesa se desmoronaba poco a poco, los hombres de Vimiso se retiraban todo lo ordenadamente que podían corrían por salvar sus vidas, pero la carga de la caballería castellana de Fernando de Toledo que venía del norte pillo por sorpresa a los Portugueses que definitivamente perdieron la formación y fue un sálvese quien pueda.

La victoria para las armas Españolas, fue total, ahora ya solo quedaba capturar el botín que dejaban los Portugueses y perseguir a los que se ponían en fuga, para infligir si cabe más daño al enemigo.

Fernando de Toledo al ver la desbandada de los Portugueses y como eran perseguidos por los tercios, puso a sus hombres al galope para que llegaran antes que los soldados Españoles a Lisboa , si llegaban antes nada podría impedir que fuera saqueada por las tropas, y la verdad que no le resultó nada fácil ya que un centenar de jinetes apoyado por unas decenas de infantes le intentó impedir su objetivo, tras una breve lucha Fernando de Toledo salió victorioso, por muy poco consiguió llegar a las puertas de Lisboa antes que los enfurecidos soldados sedientos de sangre y con ganas de sacar un buen botín de la ciudad.

Mientras Bazán conseguía rendir a los barcos Portugueses y eso que al principio tuvo serios problemas para entablar batalla con ellos ya que el viento en contra no les dejaba avanzar, por eso dio orden de coger los remos y acercarse al enemigo a fuerza de brazo los barcos Españoles se pusieron en posición, primero para sus cañones y posteriormente para el abordaje, los Portugueses viendo lo que se les venía encima, sumado a que en tierra las cosas no parecían ir bien decidieron rendirse prácticamente sin luchar, la victoria fue total para Bazán que había conseguido un botín importantísimo para la corona Española en forma de barcos compuesto por la Galera Capitana de Diogo Lopes de Sequeira, con otras tres más y 42 más entre naos, carabelas, pataches , carracas y galeones, en definitiva una armada entera.

ALBA ENTRANDO EN LISBOA

Alba lo había conseguido, las perdidas de los Portugueses ascendían a 1.500 muertos y casi 4.000 más entre heridos y prisioneros, decenas de banderas y toda la artillería habían sido requisada, por contra las tropas Españolas solo tenían 100 bajas y unos 300 heridos, pero lo mejor de todo su propio hijo se encontraba a las puertas de Lisboa, la guerra estaba apunto de llegar a su fin.

Un grupo de representantes de Lisboa pidieron audiencia para hablar con el Duque de Alba querían negocias las condiciones de su rendición, la respuesta de Alba no se izo esperar, no se negociaría con nadie solo el rey sería el que decidiría el destino de todos ellos, lo siguiente que fue destituir a todos los dirigentes de la ciudad y colocó al alcaide de Cascais como gobernador. El 12 de Agosto Felipe II era nombrado rey de Portugal.

Como premio gordo, una enorme flota compuesta por 5 carracas que regresaba desde la India cargada con unas grandes riquezas nada más arribar a puerto fueron requisadas todas sus mercancías, otra buena noticia para el nuevo monarca Portugués Felipe I.

Pero, no todo eran buenas noticias, una epidemia de peste estaba azotando las ciudades Portuguesas y Alba se vio obligado a sacar a sus tropas de las ciudades y alejarlas de los infectados, intentado que sus hombres no se enfermaran, de esta manera los núcleos urbanos se quedaban prácticamente desprotegidos.

Mientras el Prior de Crato que se había conseguido escapar de Lisboa buscó refugio en Santarem, pero la respuesta del gobernador fue, no dejarle entrar en la ciudad, entonces puso rumbo a Coimbra, donde esta vez si le recibieron. Que podía hacer, las tropas Españolas tenían prácticamente el control de todo el país, fue entonces cuando llegaron noticias de la epidemia de peste que afectaba las ciudades y la retirada de los soldados de ellas, este era el momento que estaba esperando Crato, gracias a su habilidad con la palabra empezó a convencer al pueblo, que los Castellanos no esperarían a cometer todo tipo de ultrajes en su contra y que era mejor levantarse y luchar, que esperar a que eso sucediera, gracias a su don de gentes, fue capaz de reunir una fuerza de 5.000 hombres. El único inconveniente fue  que la gran mayoría no tenían ninguna formación en la guerra y estaban pésimamente equipados, por desgracia para Crato esto fue una constante durante su guerra con los Españoles.

La idea de Crato era intentar defender la línea del Mondego, intentar mantener una resistencia eficaz en el norte de Portugal donde aun  contaba con fieles para su causa, pero un nuevo problema izo acto de presencia y que a la postre  sería crucial, ya que Crato contaba con una escasa caballería con la que poder reconocer el terreno, por lo que prácticamente estaba ciego en los movimientos que pudieran realizar los Españoles. La única buena noticia era que su ejército continuaba creciendo ahora contaba con 11.000 hombres, pero serían suficientes para enfrentarse a los tercios de Alba ?.

El Duque de Alba dejó en manos de sus comandante para que resolvieran la revuelta que se estaba organizando en el norte, mientras el tenía que hacer los preparativos para la llegada de Felipe una vez estuviera controlada la epidemia de peste. Sancho Dávila al mando de 2.500 hombres de los tercios de Lombardía y Sicilia apoyado por 400 mercenarios y 4 compañías montadas puso rumbo al norte, la campaña fue rápida para las tropas españolas que no encontraron rival en los Portugueses una vez derrotados Dávila persiguió con sus hombres a los restos del ejercito de Crato que se vio obligado a encerrarse en Oporto , viendo que era imposible aguantar Crato junto con un grupo de partidarios escapó a Viana do Costalo, Oporto caía definitivamente en manos Dávila.

Todo y los esfuerzos de los Españoles Crato seguía libre, aquí tenemos un dato curioso, como cuando el Capitán Sandobal estando al mando de un destacamento de caballería estaba encargado de buscar al traidor de Crato y lo más curioso es que tras acecharlo incansablemente se toparon con un grupo de viajeros entre los que se encontraba el mismo Prior de Crato, pero los soldados no lo reconocieron por lo que lo dejaron ir, tras esto Crato decidió marcharse de Portugal y buscar ayuda fuera de su país.

Crato buscó ayuda en Francia, ya antes estaban interesados en que España no consiguiera su objetivo, por eso decidió apoyar a Crato, finalmente el destino de Portugal se decidió en las Terceiras una batalla naval en mar abierto donde Bazán se enfrento a Fhilippe de Strozzi, la victoria fue total para la escuadra Española, Crato conseguía salvar el pellejo de nuevo en las naves Francesas que consiguieron escapar, la guerra llegaba a su fin definitivamente.

Felipe II,  finalmente había ganado y de esta manera se hacía con la flota más importante del momento,  ya que durante más de un siglo las naves Portuguesas habían abierto nuevas rutas de comercio por todos los mares y océanos, España ahora se colocaba a la cabeza del mundo se convertía en la primera potencia, siendo el  dueño de la tierra y la mar creando un imperio en el que nunca se ponía el sol.


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